Mexicanos dejan en el pasado al movimiento zapatista

Las marchas silenciosas realizadas en algunas localidades del estado de Chiapas, el pasado 21 de diciembre, marcaron el regreso del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y de su representante el Subcomandante Marcos a la vida pública y política del país.

Por Parametría
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Si bien, dichas figuras no habían desaparecido completamente de la escena pública, para el 37 por ciento de la población el movimiento zapatista se ha quedado en el pasado, contrario a la opinión del 44 por ciento de los mexicanos que afirman que el movimiento que vio la luz el primer día de enero de 1994 no ha caducado, sigue vigente.

La reaparición de los zapatistas fue pacífica y coincidió con la conmemoración de la matanza en Acteal[1]. Las movilizaciones silenciosas tuvieron eco en los medios, pero en la población el silencio predominó. De acuerdo con la más reciente encuesta en vivienda de Parametría, siete de cada diez mexicanos (67 por ciento) no se enteraron de la reaparición del EZLN ignorando las marchas silenciosas.

Así mismo, los encuestados desconocen los motivos de las movilizaciones en los municipios de Ocosingo, Palenque, San Cristóbal de la Casas y Comitán [2]; seis de cada diez (56 por ciento) admite no saber el porqué de las manifestaciones, sólo uno de cada diez (10 por ciento) respondió que la reaparición del EZLN es para defender los derechos de los indígenas.

A partir de diciembre de 2012, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional y el Subcomandante Marcos se han hecho visibles –nuevamente- por constantes comunicados que critican la actitud del gobierno hacia los indígenas.

La opinión pública ubica al EZLN y al Subcomandante Marcos, a uno más que al otro: el 72 por ciento ha oído hablar del Subcomandante y el 64 por ciento al Ejército Zapatista.

Lo mismo ocurre con la opinión que la población tiene de cada uno de estos iconos del movimiento zapatista; el EZLN tiene una mejor opinión efectiva que el Subcomandante Marcos, es posible que la diferencias se deban a los distintos comentarios que del Subcomandante se han hecho desde que se inició el movimiento, que van desde su origen hasta los supuestos intereses que tiene al ser porta voz del “zapatismo”.

Independientemente de las figuras centrales del movimiento del sureste mexicano, la población tiene distintas ideas de lo que es el “zapatismo”; en 2003 el 35 por ciento de los encuestados creía que el movimiento era indígena, el 29 por ciento lo asociaba con un movimiento guerrillero y el 26 por ciento lo relacionaba con un movimiento político.

Para agosto de 2005, cuando el EZLN lanzó la Sexta Declaración de la Selva Lacandona donde el Subcomandante Marcos llamó a un movimiento nacional que derivó en La Otra Campaña (iniciada en 2006), el 44 por ciento de los encuestados afirmaba que el movimiento zapatista era un movimiento guerrillero, opiniones posiblemente atribuidas a las diversas declaraciones hechas en ese periodo por el EZLN; el 23 por ciento lo definió como un movimiento político y el 21 por ciento con una organización indígena.

Ahora, el “zapatismo” es definido por el 31 por ciento como un movimiento político, el 29 por ciento sigue viéndolo como una movilización indígena y el 23 por ciento lo define como guerrillero, cabe mencionar que el 17 por ciento no sabe cómo denominar al  movimiento o lo desconoce por completo.

Después de 19 años el EZLN y el Subcomandante Marcos siguen siendo vigentes en la memoria de la población, sin embargo, eso no garantiza el conocimiento de las razones de ser del movimiento zapatista, pareciera que éstas han quedado en el olvido por el paso del tiempo o quizá porque la opinión pública se ha centrado en las figuras y no en el movimiento en sí.