Los eventos organizados por el Instituto Chihuahuense de Cultura (ICHICULT) en esta ciudad, fronteriza con El Paso (EU), se han reducido en un 50 por ciento desde 2007 hasta la fecha, según explicó a Efe el representante de esta institución, Carlos Hernández.
Muchos de los lugares de esparcimiento que se llenaban hace unos años, ahora aparecen cada noche con sus asientos vacíos.
Hechos como el ocurrido en una sala de cine a finales del pasado mes de agosto, cuando un hombre de 22 años fue asesinado a tiros mientras veía una película, no alientan precisamente a los posibles espectadores a sustituir las butacas de sus casa por las de estos establecimientos.
Según Hernández, eventos como los que se realizan al aire libre en la explanada del Centro Cultural Paso del Norte (CCPN) han tenido incluso un mayor impacto derivado de la violencia, pese a no contar con ningún incidente de gravedad en el lugar.
De las casi 18.000 personas que asistían hace unos años, actualmente el aforo se ha reducido a una media de unas 3,500 personas y en algunas ocasiones apenas sobrepasan las 350, dijo el funcionario.
"La violencia nos ha golpeado y la asistencia se ha ido para abajo, a pesar de registrar hasta la fecha un saldo totalmente blanco y sin ningún inconveniente", agregó Hernández.
En lo que va del 2010 la violencia de los carteles del narcotráfico que se disputan la urbe ha dejado ya más de 2,300 muertos y los habitantes de Ciudad Juárez se sienten más temerosos si se encuentran en un espacio abierto, del que suelen rehuir.
El teatro principal del CCPN, que lleva el nombre de uno de los dramaturgos emblemáticos de Chihuahua, Víctor Hugo Rascón Banda, registró durante las puestas en escena de ésta temporada apenas 400 asistentes, es decir, inferior en un 50 por ciento al aforo del pasado año.
Miguel Ángel Mendoza, director del Centro Cultural Paso del Norte consideró que la principal causa del éxodo de asistentes a los eventos culturales es la inseguridad, por delante de la crisis económica que consideró un factor secundario.
"El mes de noviembre y octubre son de temporada alta, con una asistencia del 80% de su capacidad. Sin embargo, esperamos menos para esta temporada", declaró Mendoza a Efe.
Ángel Estrada, quien estuvo al frente de un ciclo de cine en una sala pequeña en la zona comercial de la ciudad, relató que la falta de público debido a la inseguridad le obligó a poner fin al evento antes de tiempo.
Estrada denunció que llegó a recibir la amenaza directa de un presunto grupo al servicio del narcotráfico que le exigió pagar una cantidad de dinero como comisión por la organización de eventos.
El responsable del principal instituto de cultura del Estado norteño señaló que a pesar de las amenazas y del temor de los habitantes de Ciudad Juárez a salir a las calles, "la maquinaria cultural sigue caminando, sigue moviéndose".
"Los creadores intentan formar una resistencia cultural ante el miedo" que inunda la ciudad, aseguró.
Mendoza consideró que el seguir invitando a la gente a acudir a espectáculos de cultura es "una lucha contra el miedo".
"No podemos bajar la guardia. La cultura es una manera de divertirse y olvidarse de la violencia", concluyó.