LyFC, liquidada el sábado por el Ejecutivo, generaba apenas el 5por ciento de los 47 mil 665 gigavatios que vendía y atendía al 19 por ciento de los clientes totales del sistema nacional de energía eléctrica.
En conferencia de prensa, Kessel indicó que a junio de 2009 el precio de venta de la electricidad de LyFC fue un 52 por ciento superior al costo de la energía comprada a CFE, que se ha hecho cargo de la administración de la compañía disuelta.
No obstante ese sobreprecio, en 2008 los costos operativos de la empresa alcanzaron los 107 mil 025 millones de pesos (unos 8.1 millones de dólares), más del doble de los 50 mil 792 millones de pesos (3.8 millones de dólares) que obtuvo por ventas en el mismo periodo.
En tanto, la ministra señaló que el pasivo laboral del organismo público ascendía a 240 mil millones de pesos (18.2 millones de dólares), de los cuales 80 mil millones correspondían a los trabajadores en activo y 160 mil millones al personal jubilado.
La firma, que abastece de electricidad a la capital mexicana, 82 municipios del vecino Estado de México, 45 de Hidalgo, dos de Morelos y tres de Puebla -una zona con una población total de 25 millones de habitantes-, contaba con una plantilla de 44 mil 504 empleados, que el gobierno consideraba excesiva.
Actualmente, LyFC está siendo operada por 3 mil 500 empleados de CFE, cifra que aumentará hasta los 8 mil 500 en los próximos días.
Además, Kessel subrayó que los trabajadores realizaban labores ajenas a las propias de la industria eléctrica, los cargos temporales se convertían en permanentes aún si no eran secundarios y el sindicato exigía contrataciones para suplir plazas vacantes aunque fueran innecesarias.
"El chófer de una cuadrilla de trabajadores no tenía entre sus funciones cambiar una llanta si ésta se ponchaba (pinchaba)", ejemplificó.
También, la empresa ofrecía como prestación a sus empleados sindicalizados viáticos, transporte, alimentación, hospedaje y lavado de ropa cuando salían de su lugar de trabajo, incluso si el traslado era dentro de la misma ciudad en la que trabajaban.
En 2008, por problemas técnicos y robos de luz, LyFC perdió el 32.5 por ciento de la electricidad que comercializó, a diferencia del 10.7 por ciento de CFE en el mismo año, lo que representó pérdidas totales por 25 mil millones de pesos anuales (millones de dólares).
Mientras que cada trabajador de Luz y Fuerza del Centro atendió a 292 usuarios, un empleado de CFE atendió a 610 clientes. Asimismo, mientras LyFC registró un tiempo de interrupción en el suministro de 108 minutos por usuario, en CFE ese indicador fue de 75.7 minutos.
El gobierno federal transfirió 42 mil millones de pesos (millones de dólares) en 2009 a la empresa liquidada para que pudiera enfrentar sus obligaciones operativas.
De otra parte, Estéfano Conde, portavoz de la CFE, dijo hoy en declaraciones al noticiero Televisa que es falso que hayan fallecido empleados de esa empresa por un supuesto desconocimiento para operar las instalaciones de LyFC, como argumentó hoy el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).
Según el SME, que se opone a aceptar la indemnización que ofrece el gobierno, han muerto alrededor de 21 personas en los últimos dos días.