El consumo y la ciudadanía habían sido contempladas como dos esferas desvinculadas entre sí, ya que la primera refería a decisiones individuales de satisfacción de deseos y necesidades, mientras que la segunda representaba acciones colectivas con impactos sociales, en la propuesta de consumo responsable hay una vinculación a través de la obtención de beneficios sociales mediante acciones de los consumidores.
Un dato positivo al respecto es el dado a conocer por la organización Citizens Engagequien de acuerdo con su cuarto estudio sobre consumo responsable y ciudadanía[2], realizado en 13 países (Canadá, México, Brasil, Reino Unido, Francia, Países Bajos, Estados Unidos, China, India, Japón, Emiratos Árabes, Alemania e Italia) existe una tendencia mundial a que los ciudadanos prefieran compañías que tengan propósitos sociales (42 por ciento) sobre otras cuestiones como el diseño, la innovación (31 por ciento) o la lealtad a las marcas (27 por ciento). Estos porcentajes hablan de consumidores conscientes que privilegian ciertas empresas por su carácter social sobre otras características que no tienen nada que ver con la mejora o ayuda en algún aspecto.
El tema de la igualdad social a través del consumo responsable sugiere incentivar acciones como el comercio justo, ético, el consumo reflexivo, el ahorro, el premiar a compañías que no abusen de niños, que no contaminen el ambiente, y que no utilicen productos genéticamente modificados. Sobre ello nos habla el estudio realizado por la Universidad de Chile, el cual permite hacer comparaciones con México donde la investigación estuvo a cargo de Parametría, la mayoría de entrevistados en ambos países considera que sus decisiones de compra pueden contribuir a que la sociedad sea más justa. En el caso de México el porcentaje llega a 72 por ciento y es nueve puntos mayor en Chile (81 por ciento).
Un elemento importante en la investigación fue el descubrir las posibles motivaciones que tienen los ciudadanos para ser consumidores responsables, al respecto, cuatro de cada diez mexicanos y chilenos consideran que la razón principal por la cual los ciudadanos están realizando acciones como el reciclaje o la compra de productos que cuidan el medio ambiente es por la conciencia de que el medio ambiente está en peligro, seguido por el hecho de procurar una vida más sana.
Sólo 14 por ciento de los mexicanos y 11 por ciento de los chilenos consideran que estas acciones les convienen económicamente, por otro lado, 6 por ciento en México y 11 por ciento en Chile suponen que la razón principal para estas acciones responsables es porque están de moda.
Aun cuando el consumo responsable implica abastecerse de productos que no dañen al medio ambiente así como poseerlos de manera reflexiva, el 47 por ciento de mexicanos cree que ser un consumidor responsable sólo tiene que ver con la compra de productos amigables con el medio ambiente, otro 16 por ciento considera que contempla ambas acciones.
México ocupa el primer lugar de los mercados emergentes en la disposición para comprar marcas que apoyen buenas causas, así lo refirieron nueve de cada diez entrevistados por Citizens Engag,seguido de Brasil, China e India.
La conducta de los consumidores presenta cambios en el consumo de productos. La adquisición de los mismos se basa cada vez más no sólo en la utilidad y el precio sino en las implicaciones sociales de elegirlos. Éstos cambios están vinculados al desarrollo de una cultura que socialice valores éticos, niveles de información elevados y educación.