Durante años, expresó, los mexicanos percibimos que en muchos lugares del país campeaban en los gobiernos lacras terribles como la corrupción, la complicidad o el contubernio con la delincuencia, la impunidad y la irresponsabilidad.
En el editorial de la revista Semana, órgano oficial del grupo parlamentario del PAN, señaló que lo anterior provocaba que en lugares específicos del territorio operaran sin restricción alguna prostíbulos, distribuidores de contrabando o drogas.
Además de las mafias de intermediarios o caciques y demás actividades ilegales que en ocasiones perturbaban la tranquilidad de nuestros pueblos y ciudades, destacó.
Y la pregunta era: ¿Por qué si todo mundo sabe dónde están los delincuentes y dónde operan, el gobierno no hace nada? ¿Por qué se tolera que esta gente realice sus actividades ilegales sin que nadie la moleste?
"Durante los regímenes priistas, el presidente tenía un fuerte control de las rutas del narcotráfico, lo que impedía que hubiera ataques a la población y la violencia que hoy vive México", precisó el texto.
Sin embargo, resaltó que el ex gobernador de Nuevo León reconoció que "de alguna manera se tenía resuelto el conflicto del tránsito de drogas, no sé cómo lo hayan resuelto otros gobiernos, pero había un control”, dijo.
“Había un Estado fuerte y un presidente fuerte y una Procuraduría fuerte y había un control férreo del Ejército y entonces de alguna manera decían: ‘tú pasas por aquí, tú por aquí, pero no me toques aquí estos lugares’".
Al respecto, no hay más que decir que a confesión de parte, relevo de prueba, remarcó.
La legisladora por el Partido Acción Nacional (PAN) sostuvo que esta confesión del ex gobernador Rizzo García no sólo es clara y contundente, sino expresada con conocimiento de causa y con pleno uso de sus facultades mentales.
Cuando se va revelando en voz de algunos priistas la verdad de la inmoralidad y la corrupción existente durante sus gobiernos, de inmediato algunos otros de su mismo partido ponen en duda las capacidades mentales de aquellos que en su momento fueron "los mejores hombres del partido", puntualizó.
Como le ocurrió al ex presidente Miguel de la Madrid, quien aseveró que durante el sexenio del ex presidente Salinas hubo corrupción del mandatario y nexos con el narcotráfico de su hermano Raúl, recordó.
Lo que queda claro, abundó, es que el crimen organizado fue adquiriendo cada vez mayor poder, porque las autoridades pactaron con los criminales operar al margen de la ley a cambio de mantener una supuesta, costosa y corrupta y al final de cuentas inexistente tranquilidad.
Durante el gobierno panista de Fernando Canales Clariond, en Nuevo León, entre 1997 y 2003, se tuvo por primera vez un combate directo contra el narcotráfico, resaltó.
De entonces para acá, dijo, con los gobiernos del PRI se volvió a la tolerancia que finalmente colapsó, con la era de los narcobloqueos, los enfrentamientos violentos y el desafío a la autoridad por grupos de jóvenes movilizados por el crimen organizado.
Destacó que se debe rechazar tajantemente la mera sugerencia de pactar con la delincuencia a cambio de una ficticia paz, porque ésta es condición obligada para fortalecer el Estado de derecho.
Además, se debe evitar que una vez más los gobiernos se pongan de rodillas ante el interés perverso de individuos dispuestos a matar o envenenar a nuestros niños y jóvenes con fines de lucro, añadió.
Necesitamos respaldar por completo la visión del Estado respecto a su papel en este asunto, donde la seguridad depende de la acción eficaz de los cuerpos policiales y de procuración de justicia y no de mantener "apaciguados" a los delincuentes.
Vázquez Mota destacó que no es negociable el apoyo a la estrategia de combate frontal al crimen organizado.
No podemos permitirnos la tentación de volver a la imperdonable negligencia y a la complicidad de antaño denunciada por Sócrates Rizzo, dijo.
Tampoco, agregó la legisladora por el partido blanquiazul, podemos dar paso a la simulación de una discursiva "paz social" que esconde en realidad que los gobiernos o las policías actúan como parte de la delincuencia.
Para los gobiernos de Acción Nacional es irrenunciable enfrentar al crimen organizado y restituir con ello el Estado de derecho y la salvaguarda y seguridad para todos los ciudadanos, remarcó.
A la complicidad denunciada por Sócrates Rizzo, mencionó que se sumaba ya desde entonces un sistema de justicia con debilidades y espacios de discrecionalidad que terminaron por fortalecer la impunidad y el avance del crimen organizado.
La debilidad de instituciones, del sistema de impartición de justicia y leyes ausentes o ajenas para enfrentar a la delincuencia, terminaron por colocarnos en las circunstancias que hoy conocemos, subrayó.
Tan graves las afirmaciones de que el presidente en turno acordaba las rutas que cada grupo del narcotráfico debía tomar dentro del país, como afirmar que justo por eso había un presidente fuerte, un Estado fuerte, consideró.
Sin embargo, no podemos permitir otra vez el engaño de quienes alardean de sus experiencias en el gobierno, pero que en realidad pretenden restaurar tiempos de la corrupción, entreguismo y la rendición de gobiernos ante el poder de los criminales, finalizó.