De acuerdo con la más reciente encuesta nacional en vivienda por Parametría, la mayoría de los mexicanos ha oído hablar de los huachicoleros; así lo reportó el 77 por ciento de los entrevistados. Sólo 23 por ciento no identifica a las personas que se dedican al robo de gasolina de los ductos de Pemex y que han sido denominados de esta forma.
Este alto conocimiento posiblemente está relacionado con los enfrentamientos que ha habido entre el ejército y los huachicoleros, así como por los accidentes registrados en las tomas clandestinas y en los lugares donde se almacena el hidrocarburo robado, hechos suscitados recientemente en Puebla, estado que de acuerdo con Pemex lidera la ordeña de combustible de los ductos.
Otro dato de la encuesta indica que la ciudadanía mexicana no tiene una buena imagen de los huachicoleros. El 85 por ciento de los entrevistados dijo tener una “mala” o “muy mala” opinión de los mismos y sólo uno de cada diez entrevistados tiene una opinión favorable de las personas que se dedican al robo de gasolina de los ductos de Pemex.
Si bien entre algunos pobladores de las comunidades que se benefician de esta actividad los huachicoleros pueden ser vistos de buena forma por los beneficios que les representan, esta imagen no se comparte a nivel nacional.
De acuerdo con un artículo del diario NY Times, la proliferación de la venta ilegal de gasolina en México es ya una epidemia, el medio estadounidense indica que el mercado negro de gasolina mexicana llega incluso a Estados Unidos y Centroamérica, lo que representa pérdidas para Pemex y obstáculos para la inversión extranjera.
De acuerdo con datos de una solicitud de información realizada a Pemex, la empresa dijo que tan sólo en Puebla de enero a febrero de 2017 se registró un incremento de 214 por ciento en el robo de combustible, al encontrarse 229 tomas clandestinas. En un año, de 2015 a 2016 el número de tomas clandestinas en el país pasó de 784 a 1,533.
Estimaciones realizadas por Animal Político con las cifras proporcionadas por Pemex, indican que las pérdidas económicas que acumula dicha empresa en el periodo 2009-2016 por robo y fuga de combustible fueron de al menos 159 mil 957 millones de pesos.
Es importante mencionar que en la opinión de los mexicanos, el principal responsable de atender el problema del robo de gasolina de los ductos de Pemex es el gobierno federal, así lo dijo el 68 por ciento de los encuestados, sólo 13 por ciento cree que la responsabilidad para atender esta crisis es de los gobiernos estatales y únicamente 9 por ciento considera que los gobiernos municipales son las autoridades que deben actuar en el tema.
Estos datos muestran que de acuerdo a la mayoría de las opiniones se considera que el robo de gasolina de Pemex es un tema federal y no local por lo que corresponde a ese nivel de gobierno tomar cartas en el asunto.
El tema del robo de combustible pasa por diversas problemáticas: la ausencia de una cultura de legalidad; la impunidad de los robos, la presencia del crimen organizado en dicho negocio, así como el involucramiento de personal de Pemex e incluso el aumento del precio de la gasolina y la oferta de trabajo bien remunerado, estos son algunos de los factores involucrados y que deben ser atendidos para su erradicación.
Sobre ello, preguntamos a los mexicanos acerca de dos de estos factores, el primero relacionado a si creían o no que había personal de Pemex involucrado en el robo de gasolina, al respecto, el 81 por ciento de los mexicanos consideró que en efecto, había una complicidad entre el personal de la empresa y los robos que se efectúan, 9 por ciento dijo que no existía un vínculo entre estos y 10 por ciento no supo qué contestar.
El segundo factor es el de la oferta y la demanda, si existiera un rechazo de la ciudadanía a la compra de gasolina robada el negocio no proliferaría como lo ha hecho hasta ahora. Sin embargo, dos de cada diez entrevistados (15 por ciento) que cuenta con automóvil propio aceptó estar dispuesto a comparar gasolina robada con tal de pagarla más barata.
Sin duda alguna, el tema del robo de gasolina mediante las tomas es un problema que se debe atender de manera urgente, ya que no sólo representan pérdidas para Pemex, sino que además es un peligro para la ciudadanía y tiene un impacto en las posibles inversiones de capital extranjero. Las pérdidas por esta actividad van mucho más allá que sólo cuestiones económicas. Este primer acercamiento al tema nos da un escenario de cómo se observa el fenómeno en la opinión pública donde la presencia de huachicoleros representa ya una importante atención de todos.