Los visitantes llegan al lugar para recordar a sus seres queridos que se han adelantado a la muerte y quienes aseguran que este momento es importante, toda vez que pueden estar cerca de ellos en su día, y que desde el cielo los ven y los cuidan, y por eso hoy los acompañan en su tumba o su nicho.
Para llegar a este panteón ya se torna complicado, debido al pesado tránsito que se registra en los alrededores y en donde la policía ya monta un operativo para agilizar las vialidades.
Afuera del Panteón, a unos cuantos metros de la entrada se encuentran los vendedores de flores que buscan poder vender claveles, rosas, geranios, nubes, alcatraces, todo tipo de flores y sobre todo las que les gustaban a los difuntitos, pues se trata de llevar las flores en su memoria.
La vendimia de comida también está a todo su apogeo, las garnachas, sopes, pambazos y carnitas también se mezclan entre los vendedores de flores, lugares a donde llegan los visitantes que ya hicieron previa visita a sus difuntos.
Desde la carretera Ceylán se puede observar cómo los jardines del Panteón Jardines del Recuerdo comienzan a pintarse de flores de todos colores, de rehiletes y de globos de quienes visitaron ayer a los santos difuntos menores de edad, así como de sombrillas de quienes se tapan de los rayos del Sol que comienza a calar en la espalda.
No podían faltar los músicos de mariachi, y hasta allá en el fondo se puede ver a un trío y a un pequeño grupo de música norteña para tocarles a los difuntos las canciones que más les gustaban, pero también había quienes se llevaron la bocina para tocar música a través del celular.
Con una caguama bien fría, tortas y tacos de chicharrón, queso y frijoles se hicieron acompañar las familias para estar ante a la tumba de sus seres queridos, que acudieron a este panteón de Jardines del Recuerdo a festejar el día de muertos o santos difuntos.