Los automovilistas pueden circular sin inconvenientes por el Paseo de la Reforma en ambos sentidos, tanto en carriles centrales como laterales, y en todas las arterias del perímetro A del Centro Histórico, incluyendo el circuito de la Plaza de la Constitución.
La única calle que permanece cerrada de manera permanente es Francisco I. Madero, la cual funciona exclusivamente como paso peatonal desde el Eje Central hasta el Zócalo.
La policía capitalina exhorta a los automovilistas a conducir con precaución, sobre todo en las inmediaciones del primer cuadro, ya que es constante el cruce de personas a pie que acuden a visitar la iluminación o los establecimientos comerciales.
En caso de que se presenten congestionamientos en el Centro Histórico, se sugiere como alternativas el Circuito Interior, así como los ejes 1 y 2 Oriente o el 1 Norte.