En una infografía publicada en la cuenta de Twitter @SSM_Morelos, la Secretaría de Salud estatal recomendó evitar andar descalzos, revisar la ropa de cama antes de ir a dormir, así como utilizar mallas o mosquiteros en puertas y ventanas.
Además, mantener limpio el exterior e interior de la casa, sacudir la ropa y zapatos antes de vestirse, colocar tiras de azulejo o aluminio en la parte inferior de las paredes alrededor de la casa para evitar que los alacranes suban por ellas y así evitar la picadura de ese insecto.
Ante una picadura, lo principal es conservar la calma, observar las manifestaciones clínicas, que pueden variar de leves a graves, asistir a la unidad médica más cercana y sobre todo evitar automedicarse o aplicar remedios caseros.
Los síntomas más comunes suelen ser visión borrosa, contracciones musculares, dificultad para caminar u orinar, sensación de pelos en la garganta y entumecimiento, entre otros.
En caso de presentarlos, es importante no hacer succión en el piquete, apretar con un trapo la extremidad de la picadura o aplicar hielo.
En caso de que el paciente presente una crisis, es necesario llamar al Centro Regulador de Urgencias Médicas (CRUM) a través de 01 800 849 42 77 o al 911.
De acuerdo con información del gobierno de Morelos, de enero a la fecha, Servicios de Salud de Morelos (SSM) ha registrado cinco mil 277 casos de picadura de alacrán, principalmente en los municipios de Tetecala, Jonacatepec, Axochiapan, Jojutla y Tepalcingo.
En Morelos, existen 16 especies de alacranes, pero por su alta toxicidad sólo dos son consideradas peligrosas: la Centruroides limpidus limpidus y Centruroides balsasensis; estas se presentan en áreas rurales y sub-rurales, así como en terrenos baldíos, además, son responsables de las más de 30 mil intoxicaciones que ocurren al año.