La también integrante de la Comisión de Salud sostuvo que es necesario regular acerca de las condiciones de higiene bajo las que se realiza esta actividad, ya que existen riesgos para la salud de las personas que acceden a dichos servicios que van desde infecciones y alergias hasta lesiones que puedan conllevar a la pérdida de algún órgano.
La legisladora local dijo que en el caso de la Ciudad de México, los establecimientos que se dedican a esta actividad no están debidamente regulados por la Ley de Establecimientos Mercantiles, lo que dificulta a la autoridad su supervisión.
Aún y cuando esta actividad es reconocida por la Ley General de Salud, no cuentan con el carácter de "Establecimiento Mercantil", por lo que muchos de ellos están ubicados en lugares poco acondicionados o en la vía pública, prestando sus servicios sin las más mínimas condiciones de seguridad e higiene.
Abundó que el principal problema en las perforaciones suele ser el escaso control al que se someten estos centros que efectúan piercing y tatuajes, por lo que es necesario que los usuarios estén atentos a las condiciones de higiene, así como del personal que lo realiza y el material utilizado.
Refirió que por los piercings pueden presentarse complicaciones en un 10 por ciento de los casos como infecciones e inflamaciones cutáneas, alergias por sensibilización al níquel, hasta la transmisión de enfermedades como la hepatitis B o C, e incluso el VIH.