Asimismo, hizo un llamado para que en el proyecto de presupuesto del ejercicio fiscal 2016, se consideren los recursos financieros necesarios para realizar la renovación del parque vehicular por unidades de este tipo.
Al hacer uso de la tribuna, el también presidente de la Comisión de Preservación del Medio Ambiente y Protección Ecológica, recordó que para combatir la contaminación causada por automóviles en la Ciudad de México, en 2012 el gobierno del Distrito Federal puso en operación alrededor de 20 taxis eléctricos que se desplazan de manera permanente en el Centro Histórico.
Al detallar las ventajas de la utilización de este transporte, el legislador destacó la reducción de la contaminación generada por el ruido que hoy en día provocan los vehículos convencionales; nulas emisiones de contaminación al ambiente; disminución a la dependencia de gasolina o diésel; ahorros monetarios por el uso racional de electricidad; mayor aprovechamiento de la infraestructura eléctrica en la capital y la estabilidad en el largo plazo de las tarifas.
En el campo ambiental, señaló que se pueden obtener beneficios como la mejora en la calidad del aire; se reducirán emisiones de gases de efecto invernadero causantes del cambio climático y se puede realizar el reciclaje de elementos como baterías.
Asimismo, el legislador detalló que cerca de 3 millones de vehículos circulan constantemente en el Distrito Federal, predominando el transporte particular con el 85 por ciento; carga, 81 por ciento; y público, 6 por ciento.
“Como muestra de lo anterior, basta considerar el terrible congestionamiento que se produce en diversas calles y avenidas de la ciudad entre las 7:00 y 10:00 horas, donde el consumo de combustible rebasa por mucho, el número de tramos recorridos, lo que incide de manera negativa en el cuidado del medio ambiente. La gran cantidad de viajes que se realizan en transporte público y privado ha llevado a una progresiva saturación de las vialidades”, aseveró.
Por otro lado, indicó que las 131,729 unidades de taxis que circulan en la capital del país, contribuyen a emisiones anuales de contaminación alarmantes, situación que se debe a que el servicio de taxi se ha prestado con un número de vehículos sin registro y a que diversas unidades de microbuses, combis y vagonetas siguen operando a pesar de haber cumplido con el plazo límite de su vida útil autorizada.
“La problemática sobre transporte público, en este caso los taxis, obliga a buscar soluciones con experiencias exitosas que contribuyan a mejorar la calidad del aire y el medio ambiente de la ciudad, de ahí la importancia del punto de acuerdo que se presenta”, concluyó.