El magnate Ricardo Salinas, uno de los hombres más ricos del país y propietario de la compañía de telefonía móvil Iusacel, señaló en una conferencia en la capital que ese gravamen equivale a convertir a México "en un país de cuarta" que no tenga "conectividad", como lo son a su juicio "Cuba, Corea del Norte y algunas zonas de Paraguay".
Para Salinas, dueño además del canal TV Azteca, el banco Azteca y las tiendas de electrodomésticos financiados Elektra, se trata de un "impuesto retrógrado" que pone en entredicho el que México alcance algún día una penetración superior al 100 por ciento en telefonía móvil y mayor cobertura.
Como parte de su paquete fiscal para 2010, el gobierno mexicano propuso al Congreso un impuesto sobre las telecomunicaciones del 4 por ciento, el cual fue rebajado a 3 por ciento por la Cámara de Diputados, y es ahora analizado en el Senado, lo que significa que los usuarios pagarían 19 por ciento de impuesto sobre el consumo de este tipo de servicios.
"Lo insaciable del aparato gubernamental para extraerle recursos a los ciudadanos ahora llega a estos extremos", indicó el empresario, quien considera que el Estado debería recortar su gasto en un 8 por ciento para "realmente ayudar a los pobres".
"Con eso hay 10 mil pesos (769.2 dólares) anuales para cada mujer, hombre y niño en pobreza", aseguró Salinas, durante el VII Foro Iberoamericano de la AHCIET en ciudad de México.
"Jamás en el sector público se habla de un ajuste al gasto, siempre se habla de extraerle más a los ciudadanos, a cambio de servicios realmente muy pobres y muy deficientes, y a costa de servicios de primer mundo que la ciudadanía necesita para su desarrollo", como la telefonía móvil, sostuvo.
El presidente de México, Felipe Calderón, afirmó hoy en otro evento que es "inaceptable" que los grandes consorcios empresariales que hay en México paguen pocos impuestos y les pidió elevar sus contribuciones para ayudar a superar la crisis económica.
De otra parte, el director de Estrategia y Regulación de la empresa española Telefónica, Miguel Calderón, recordó al respecto que "las telecomunicaciones no son una solución para los ricos, no son un instrumento para la clase pudiente, sino algo que necesita toda la sociedad".
"Precisamente por eso viene la importancia de empujar, ayudar y fomentar este servicio", dijo en el marco de ese encuentro organizado por la Asociación Iberoamericana de Centros de Investigación y Empresas de Telecomunicaciones (AHCIET).
En este sentido, subrayó que para que la industria se desarrolle en México se deben "reducir costos de interconexión", de red, de licencias, e impuestos, entre otras cosas.