Thomson asegura que en estas citas se han comprometido "miles de millones de dólares" para contribuir a la conservación y restauración del océano, por lo que "felicita a los organizadores de estos eventos" que se realizan desde 2014 por iniciativa del secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry.
La salud en declive del océano
En esta edición se han anunciado 469 nuevos compromisos con el océano, con unos fondos de 11,300 millones de dólares, según la organización en la capital helénica, pactos a los que Thomson ha dado "una calurosa bienvenida" porque "es como si se reuniera a la gente para asumir estos compromisos; y el hecho de que Grecia haya asumido este gran compromiso y la UE el suyo es muy positivo".
El diplomático fiyiano se muestra optimista para lograr la firma de una mayoría de países del Acuerdo sobre la Conservación y usos sostenibles de la biodiversidad marina más allá de las aguas jurisdiccionales nacionales, más conocido como el acuerdo BBNJ, por sus siglas en inglés, y dice "estar seguro" de conseguir las ratificaciones necesarias hasta la celebración en junio de 2025 de la Conferencia de la ONU sobre los Océanos en Niza (Francia).
"Actualmente, la salud del océano está miserablemente en declive", comenta Thomson, y el BBNJ forma parte del esfuerzo internacional "por detener ese declive".
"Aporta los mecanismos necesarios para poner en marcha la ambición 30 por 30" (proteger un 30 % del océano de aquí a 2030), que se obtuvo del marco global de biodiversidad, asegura.
"Personalmente, tengo mucha confianza en ello, así que sí, creo que estamos avanzando en la dirección correcta", recalca en la terraza del Centro Cultural de la Fundación Stavros Niarchos, donde se desarrolla la Conferencia Our Ocean 2024 y ante una fabulosa vista de Atenas, antes de participar en uno de los ochenta actos paralelos al evento.
Minar el fondo del mar
Sobre la minería en el océano sostiene que no cree que sea "una buena idea minar el fondo del mar", menos aún cuando la ONU ha propuesto la celebración del Decenio del océano (2021-2030) para la ciencia, que fue aprobado por consenso por 194 países en Naciones Unidas para que los científicos estudien más del 80 % de los ecosistemas y biodiversidad que se desconocen.
Por ello, pide "el principio de precaución" e insiste en que la minería de aguas profundas no debería realizarse.
Explica que la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA, por sus siglas en inglés), entidad que presidió en la Asamblea de la XVII sesión en Jamaica, actualmente "está en proceso de regular, porque las regulaciones de exploración fueron completadas hace algún tiempo".
"No se están dando licencias para la práctica de la minería en este momento, se están elaborando los reglamentos para la concesión de licencias", subraya.
Apunta que es un caso similar al anuncio hecho por Noruega, donde el Parlamento aprobó un proyecto de ley que permite la exploración de minerales de aguas profundas en la zona económica exclusiva noruega. Pero si alguien quisiera explotar la minería de aguas profundas en Noruega, tendría que acudir al Parlamento y conseguir otro proyecto de ley que lo autorizara.
"Son dos cosas diferentes, exploración y minería", subraya e incide, "nadie está practicando minería en aguas profundas, pero hay mucha exploración. Así que el buen resultado de esto es que existe más inversión para la exploración de las profundidades del mar, y la información que se obtenga va a resultar mucho más valiosa que cualquier perspectiva de extracción de minerales".
Thomson considera que la minería en fondos marinos no es "económicamente viable". Sin embargo, los datos científicos que se están obteniendo de toda esta exploración, "en gran parte financiada por las empresas mineras, van a ser muy valiosos para la humanidad, especialmente en el contexto de la ciencia oceánica".
Resalta la participación de cien jóvenes de todo el mundo en la novena Conferencia Our Ocean, y manifiesta que es necesario escucharles y que ellos decidan, porque en algunos casos tienen la formación adecuada para tomar decisiones y van a vivir las consecuencias de las actuales políticas "junto a sus hijos y las futuras generaciones".