El deceso del último rinoceronte que vivía en Europa, una hembra de 31 años de edad, fue a consecuencia de la ruptura de un quiste que le había producido complicaciones de salud durante un periodo largo de tiempo, informó este miércoles el zoológico de Dvur Králové.
“Es una pérdida indescriptible. Nabire era el rinoceronte más amable. No sólo la amábamos, su muerte es ante todo un símbolo de la desaparición catastrófica de los rinocerontes como consecuencia de la codicia sin sentido”, sostuvo el director del zoológico, Premysl Rabas.
Con la muerte de Nabire, esta especie animal se acerca a la extinción completa, lamentó Rabas a través de la página web del parque zoológico.
El fallecimiento del rinoceronte ya se preveía, debido a que tenía un quiste masivo imposible de tratar, indicó el zoólogo Jirí Hrubý y explicó que aún después de que el tumor fue drenado pesaba 40 kilogramos.
“Nabire tuvo complicaciones de salud durante un período prolongado de tiempo, pero debido a que era una de las últimas hembras vivas en el mundo, el zoológico recolectó material genético que podría ayudar para rescatar al rinoceronte blanco del norte de la extinción”, dijo.
En informes anteriores se indicó que Nabire fue incapaz de reproducirse de forma natural y que ella sólo tenía un ovario en funcionamiento, del cual se recogió el material genético desde otoño de 2014.
Más material fue tomado después de la muerte de Nabire, incluyendo el ovario sano y otras muestras de células, que podría ser utilizado para la reproducción artificial.
Nabire nació el 15 de noviembre de 1983 en el zoológico de Dvur Králové y pasó toda su vida allí, por lo que fue el segundo rinoceronte blanco del norte criado en cautiverio.
Con la pérdida de Nabire, quedan sólo cuatro individuos de esta especie en todo el mundo, una hembra en el zoológico de San Diego, Estados Unidos, y tres ejemplares en la reserva Ol Pejeta en Kenia, los cuales fueron trasladados desde el zoológico de Dvur Králové.
Los tres rinocerontes en Kenia incluyen un macho y dos hembras, el primero es Sudán de 42 años, nació en la naturaleza y fue capturado cuando tenía tres años de edad, mientras que las segundas son Najin y Fatu, nacidas en cautiverio en 1989 y 2000, respectivamente.
Un cuarto rinoceronte en Kenia, un macho llamado Suni, murió de vejez en 2014 y también se tomaron muestras de su esperma que se congelaron.
Los grupos conservacionistas no tienen registro de que existan rinocerontes blancos del norte libres en la naturaleza, pues aunque hay reportes de que se cree haber visto desde un helicóptero a tres ejemplares en Sudán, no se ha podido confirmar.
El Parque Nacional de Garamba, en la República Democrática del Congo, tenía rinocerontes blancos del norte pero ninguno de ellos ha sido visto desde 2006.
Ante este sombrío panorama, los conservacionistas continuarán sus esfuerzos por tratar de salvar la especie, destacó el periódico checo Prague Post.
“Creemos que es nuestro deber tratar de salvarlos. Somos los únicos que, quizá con el zoológico de San Diego, lo podemos hacer por la cantidad de material biológico recogido. Pero estamos conscientes de que las posibilidades de éxito son escasas”, dijo Rabas.
Los intentos de inseminación artificial de las hembras restantes no habían tenido éxito, por lo que en 2009 el zoológico decidió dejar los esfuerzos naturales a las hembras fértiles y a los machos, lo cual mejoró su salud y normalizó su actividad hormonal.
La esperanza por ahora es que se reproduzcan de forma natural, aunque al mismo tiempo el zoológico Dvur Králové trabaja con expertos en Berlín sobre la posible fertilización in vitro del esperma congelado en las hembras supervivientes.