El cambio se hizo gracias a la primera fase del programa piloto "Be Energy", del Gobierno colombiano y del Fondo de Energías No Convencionales y Gestión Eficiente de la Energía (FENOGE), entidad adscrita al Ministerio de Minas, además de contar con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Gracias a su impulso en un hogar promedio del archipiélago un cambio de cinco o seis bombillas consiguió disminuir la factura de la luz entre 20,000 y 30,000 pesos colombianos mensuales (unos 8 dólares).
La directora del FENOGE, Katharina Grosso Buitrago, calificó de "ejemplar" la respuesta de los habitantes del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina ante la primera fase del programa que quiere aplicarse a todo el país.
Además Grosso destacó en un comunicado que retirar las 75,000 bombillas incandescentes equivale a "haber sembrado 3,127 árboles, además de reducir de manera significativa las emisiones de CO2, principal agente contaminante en el efecto invernadero y, por ende, en el cambio climático".
"Estamos muy satisfechos con la buena energía que pusieron los habitantes de San Andrés. Buena energía al ahorrar, buena energía al cambiar sus electrodomésticos y hábitos, buena energía de las entidades presentes en este proyecto y buena energía de un Gobierno convencido en que es necesario llevar este proyecto a todo el territorio", afirmó la directora.
Grosso también animó al resto de colombianos a adquirir hábitos que impactarán positivamente su economía, la del país y al planeta.
"Estamos buscando ciudadanos con buena energía, colombianos que quieran ayudar a transformar con cosas muy sencillas: apagando la luz al salir de una habitación, cerrando la puerta de la nevera rápidamente o desconectando el cargador del celular, a transformar nuestra vida y tener un ahorro real en casa" afirmó.