El inicio de la erupción se produjo poco antes de la medianoche del jueves, tras un potente terremoto y la longitud de la fisura eruptiva es de aproximadamente 3.9 kilómetros, según dio cuenta en el último parte.
"La actividad sísmica es relativamente estable y la actividad principal es en la parte norte de la fisura. Por eso es improbable que la fisura se extienda al sur. No se puede excluir que la fisura se extienda al norte", advirtió el IMO.
La cercana localidad de Gríndavid volvió a ser evacuada, como en anteriores erupciones, debido a que el viento desplaza actualmente columnas de humo y de gas de la erupción hasta allí, aunque no se registró flujo de lava en esa dirección.
Se trata de la sexta erupción volcánica en la zona desde diciembre y en todas ellas sólo se registraron daños materiales.
La anterior erupción comenzó en mayo y se prolongó durante varias semanas.