La 17α-methyltestosterona (MT) fue encontrada en los tejidos de cocodrilos, y de acuerdo a investigadores, esa podría ser la causa de la desproporción.
La MT es recetada a hombres con deficiencia de testosterona y mujeres de edad con cáncer de seno, pero también la emplean aficionados al fisicoculturismo, en ocasiones abusando de la dosis.
Los investigadores siguen dos pistas. La primera es que la sustancia provenga de las granjas de acuicultura, muchas de las cuales se ubican en los alrededores del parque nacional costarricense, donde se usa en la crianza de la tilapia.
Esa hormona transforma a las hembras de tilapia, un pez de carne blanca comestible, en machos que crecen más rápido y dejan mayores ganancias.
Chris Murray, ecólogo fisiólogo de la Universidad Tecnológica de Tennessee y quien encontró la desproporción entre hembras y machos, investiga ahora si ha habido contaminación de las granjas al parque y se ha generado así esta situación.
Otra posible fuente de contaminación es el drenaje proveniente de San José, la capital costarricense, donde la MT es usado por la gente de manera legal o ilegal, y en particular el consumo entre los fisicoculturistas.
En todo caso, el problema aún se encuentra en las primeras etapas de investigación, pues además del origen de la posible contaminación, también se requiere determinar si hay alguna clase de afectación entre los cocodrilos machos.
Por lo pronto se ha procedido a recabar muestras de sangre de cocodrilos en otros lugares de Costa Rica y también de Indonesia y Sudáfrica, señala el reporte publicado en el sitio electrónico de Science.