La acción fue encabezada por el titular de la Semarnat, Rafael Pacchiano Alamán, y por el Comisionado Nacional de Áreas Naturales Protegidas, Alejandro Del Mazo Maza, en la zona núcleo Cerro Bola de dicha reserva, región en donde predomina el bosque mesófilo y posee las condiciones para el desarrollo y reproducción de esta especie catalogada en peligro de extinción por la NOM 059/2010.
La reintroducción del pavón forma parte de las labores que lleva a cabo la Conanp a través del Programa de Acción para la Conservación de la Especie (PACE), que consiste en monitoreo de poblaciones en áreas de distribución conocidas, de prospección en nuevas áreas, así como de difusión sobre su problemática.
Es importante destacar que esta es la primera ocasión en la historia de la especie que se devuelven a la naturaleza individuos nacidos en cautiverio.
Durante su gira de trabajo, el titular de la Semarnat y el Comisionado Nacional sostuvieron un encuentro con habitantes del ejido Sierra Morena, municipio de Villacorzo, para reiterar el apoyo de la autoridad federal al trabajo que realizan de aprovechamiento sustentable de palma camedor y café, además de otras actividades como el turismo de naturaleza el monitoreo comunitario de fauna silvestre.
Sus habitantes son ejemplo de participación en el cuidado y protección de la naturaleza. Desde hace 10 años han destinado una superficie de 300 hectáreas de su ejido para la conservación de fauna silvestre, lo que ha permitido formar un corredor biológico de gran importancia que conecta con La Sepultura.
El pavón es endémico del sur de México y Guatemala. Actualmente, se tienen registros con poblaciones significativas en las Reservas de la Biosfera El Triunfo y el Volcán Tacaná, y recientemente en el Área de Protección de Flora y Fauna La Frailescana, que juntas conforman un corredor biológico importante para la conservación de esta especie.
Es el ave frugívora (se alimenta de frutos) más grande que habita en el bosque mesófilo y dispersa gran cantidad de semillas a distancias cortas y largas, lo que permite mantener saludable y con vida el ecosistema.
La Reserva de la Biósfera La Sepultura es un área natural protegida decretada el 6 de junio de 1995. Se localiza en los municipios de Villacorzo, Villaflores, Jiquipilas, Cintalapa, Arriaga y Tonalá.
Es hogar del mágico quetzal y de numerosas especies endémicas de flora y fauna, como el gorrión azulito, la chatilla, la culebra listada, la salamandra de tres picos, la espadaña y el pinabeto; especies raras como la ardilla voladora y especies en peligro de extinción como el jaguar, el tapir, el mono araña, el ocelote, el águila solitaria, el zopilote rey y el pajuil.
