468 buitres de espalda blanca, 10 buitres del cabo, 14 buitres enfrentados, 17 buitres de cabeza blanca y 28 buitres encapuchados, así como dos águilas fueron encontrados muertos en un sitio de envenenamiento en un Área de Manejo de Vida Silvestre en el Distrito Central.
En un comunicado, dado a conocer por medios locales y redes sociales, el Departamento de Vida Silvestre y Parques Nacionales (DWNP, por sus siglas en inglés) de Botswana dio a conocer el hallazgo y lo consideró como un hecho oscuro y catastrófico contra las aves de rapiña.
De acuerdo con la indagación preliminar, es probable que cazadores furtivos que mataron a tres elefantes ataron los cadáveres con veneno, que conduce a una mortalidad significativa en buitres y águilas.
El Departamento estimó el envenenamiento masivo como “peligroso y dañino para el medio ambiente”, por lo que instó a la población a abandonar la idea de cometer este tipo de actos ilegales, y a reportar a la oficina de vida silvestre más cercana o a la policía cualquier actividad sospechosa que pueda sugerir envenenamiento ambiental.
Las reacciones a este lamentable hallazgo no se hicieron esperar entre ambientalistas y defensores de los animales, quienes calificaron el hecho como uno de los mayores asesinatos documentados en las especies amenazadas.
La Lista Roja de La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que es el inventario más completo del estado de conservación de especies de animales y plantas, ubica a las poblaciones de buitres encapuchados y de cabeza blanca en peligro crítico, un riesgo extremadamente alto de extinción.
Los buitres con cara de botín y los del cabo se clasifican están solo en peligro de extinción, y todas las especies enfrentan amenazas para su supervivencia, tales como el envenenamiento, la pérdida de sus hábitats y la caza furtiva para el comercio de medicina tradicional, muy común en África.
Contrario a la equivocada idea de muchos respecto a los buitres, estas aves rapaces desempeñan un importante servicio de “limpieza” al ecosistema, sin el cual aumentaría la propagación de enfermedades a partir de canales de descomposición.
En África casi un 80 por ciento de los ejemplares de todas las especies de buitres ha desaparecido principalmente por tres razones: la demanda de sus órganos para la medicina tradicional, el envenenamiento al comer cadáveres de animales cubiertos de insecticida destinado depredadores, y la urbanización.