En los próximos 30 años no podrá disminuirse la liberación de mercurio a la atmósfera

El mercurio es el único metal que se presenta líquido a temperatura ambiente y es sumamente volátil, propiedad que lo hace un contaminante atmosférico importante, pues su impacto se refleja en los diversos ecosistemas, indicó en la UNAM Nicola Pirrone, director del Instituto de Investigaciones sobre Contaminación Atmosférica del Consejo Nacional de Investigación de Italia, en Roma.

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El mercurio es el único metal que se presenta líquido a temperatura ambiente y es sumamente volátil.

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Nicola Pirrone en su exposición Mercury environmental monitoring projects: GMOS and beyond, como parte del ciclo de conferencias Panorama Actual de las Ciencias Atmosféricas, organizado por el CCA.

En su exposición Mercury environmental monitoring projects: GMOS and beyond, como parte del Ciclo de Conferencias Panorama Actual de las Ciencias Atmosféricas, organizado por el Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de esta casa de estudios, comentó que se trata de uno de los cuatro contaminantes más importantes en el mundo y, según los tiempos que se mantenga en la atmósfera, la escala de su impacto podría variar.

“No hay forma de que en los próximos 30 años podamos disminuir su liberación a la atmósfera; podría ocurrir de manera paulatina si se hace uso de energía solar. Entre los años 2030 y 2050 la combustión de energías fósiles proporcionará 80 por ciento de producción de electricidad en el mundo, lo que a su vez representa la gran fuente de contaminación por mercurio y plomo, entre otros contaminantes”.

Nicola Pirrone estimó que, en general, las emisiones globales a la atmósfera son de alrededor de siete mil 517 toneladas anuales. “Tenemos que controlar las actividades antropogénicas, esto es importante para los tomadores de decisiones o para los encargados de diseñar políticas públicas, pero también para los propios científicos”.

“El mercurio elemental se encuentra en la parte intermedia, lo que implica un término de vida de alrededor de un año; sin embargo, este número puede variar según los procesos de oxidación presentes en la atmósfera”.

De acuerdo con su capacidad para mantenerse en la atmósfera puede viajar en escalas pequeñas o a grandes distancias, como cualquier otro contaminante atmosférico. Puede estar presente en la tropósfera, pero también en la estratósfera baja.

El también profesor adjunto en el Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Michigan, Estados Unidos, expuso que las principales fuentes de contaminación son las naturales debido a los desprendimientos o al desgaste de la corteza terrestre, seguida por las actividades antropogénicas.

El experto en investigación sobre medio ambiente y desarrollo de políticas expresó que otro problema importante relacionado es la disposición final y reciclaje. “Los desechos pueden enviarse a un tiradero, pero ahí también contaminarán acuíferos, o permanecer en la superficie y liberarse a la atmósfera”.

Asimismo, informó, tres regiones en el mundo lo utilizan en grandes cantidades: el sudeste de Asia, en la producción minera; África subsahariana, en minas para la extracción de oro, y en América del sur, por medio de la actividad minera.

Además, es una fuente natural presente en el mundo como mineral; muchos procesos naturales lo pueden liberar a la atmósfera. Se estima que alrededor de dos mil 763 toneladas de mercurio se liberan de los océanos hacia la atmósfera en forma natural, ejemplificó.

Destacó que la generación de energía eléctrica, las fundidoras de metales no ferrosos, la manufactura de hierro y acero, las plantas de cemento, la minería de oro y todos los procesos que requiere combustión de carbón para su funcionamiento, también implican su presencia.

Finalmente, resaltó la constitución del proyecto Sistema de Observación Global de Mercurio (GMOS, por sus siglas en inglés), financiado por la Comisión Europea con el propósito de establecer un sistema mundial que mida ese elemento por medio de estaciones terrestres de monitoreo.

“El trabajo crece día con día, incluso podría establecerse un acuerdo de cooperación para que científicos de la UNAM participen en el proyecto”.