Se trata de una "prueba piloto para poder liberar, en el futuro, tiburones de aguas profundas", que son aquellos que viven a partir de doscientos metros, una distancia a la que no se puede llegar con buceadores, ha explicado a Efe el CEO de la empresa, Roy Torgersen.
Tras haber realizado la suelta hace un año en València (este español) y Xàbia (este español) por primera vez en España, la costa murciana ha sido el lugar escogido para devolver las crías al agua, al ser "una zona con las condiciones similares al hábitat del tiburón mediterráneo".
Según afirma Torgesen, la Fundación Oceanogràfic tiene un acuerdo con los pescadores para poder "obtener las huevas de tiburón que se quedan enredadas durante la captura accidental", y de este modo hacerlos eclosionar, en un periodo de 3 a 6 meses.
Cuando nacen las crías se transportan a su hábitat, "pero hace un año fue muy difícil acceder a la gran profundidad necesaria para la liberación de la especie".
Por esta razón, este año la Fundación ha contado con la última tecnología de la empresa murciana, donde se ha instalado una jaula en uno de los drones submarinos.
El vehículo esta dotado con una cámara de vídeo, "la cual hacía posible controlar que la jaula permaneciera en buenas condiciones", ha asegurado el director.
Además, el dron estaba monitorizado con un sensor de profundidad "garantizando que los animales se liberasen en el lugar deseado".
Para Torgersen, el tema de la protección de los tiburones es un "grave problema que tiene la humanidad", ya que estos escualos son "totalmente esenciales para el ecosistema marino y por lo tanto para los humanos".
Una de las principales amenazas para estos animales elasmobranquios es la sobrepesca y "en España este factor es de los principales problemas", ha advertido a EFEverde el director ejecutivo.
Incluso explica que "por culpa de Hollywood sufren una mala imagen", y aclara que "los tiburones que hemos soltado tienen el tamaño de un salmón y no tienen ninguna tipo de peligro para los humanos".
Según el director, la empresa de robots nació en Murcia (España) para crear herramientas para investigaciones y así "evitar cargarnos el medio ambiente".
La robótica subacuática "lleva existiendo desde los años 60, sobre todo en área militar" y en el sector de explotación de petróleo y gas, pero Torgersen confiesa que "pocas veces a estado al alcance de instituciones".
"El poder proporcionar robots a muchas más personas, implica mayor conocimiento de nuestro medio natural y, de este modo, poder ver y denunciar los problemas ambientales existentes", explica el creador.
Por ejemplo, "un investigador escocés utiliza esta tecnología para hacer estudios geológicos, donde analiza determinados tipos de minerales en acuíferos".
En este sentido, afirma que una científica alemana estudia con este dron las características de las medusas en pantanos.
Asimismo, varias consultorías e instituciones medioambientales se han puesto en contacto con la empresa, una de ellas el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA), para la observación del estado del Mar Menor.
Nido Robotics forma parte del programa de aceleración de la comisión europea RobotUnion, junto con su socio Mobile World Capital Barcelona.