El océano representa la séptima economía mundial

Según la estimación conservadora del informe, el valor de los activos clave del océano ascendería a, como mínimo, 24 billones de dólares. Si se compara con las diez mayores economías mundiales, el océano estaría en la séptima, con un valor anual en bienes y servicios de 2.5 billones de dólares.

El informe, elaborado en colaboración con el Instituto de Cambio Global de la Universidad de Queensland y The Boston Consulting Group (BCG), es la revisión más completa hasta la fecha del valor de los activos del océano. “Reviviendo la economía del océano” revela la inmensa riqueza del océano a través de la valoración de sus bienes y servicios -desde las pesquerías a la protección costera frente a tormentas-, pero el informe también describe el implacable asalto a sus recursos debido a la sobreexplotación, el mal uso y el cambio climático.

“La riqueza del océano rivaliza con la de los países más prósperos, pero estamos dejando que se hunda hacia los abismos de una economía fallida”, ha dicho el director general de WWF Internacional, Marco Lambertini. “Como accionistas responsables, no podemos seguir explotando los valiosos activos del océano sin invertir en su futuro”.

Según el informe, más de dos terceras partes del valor anual que nos ofrece el océano dependen de la salud de sus ecosistemas. El colapso de las pesquerías, la destrucción de los manglares o la desaparición de corales y praderas submarinas, son algunos de los factores que están amenazando el motor económico marino del que dependen las vidas de millones de personas en todo el mundo.

“Ser capaces de cuantificar tanto el valor anual como el valor total de los activos de los océanos nos muestra lo que está en juego con números claros, tanto desde el punto de vista económico como ambiental. Esperamos que esto sirva como llamada de atención para que los líderes económicos y políticos realicen decisiones más sabias cuando se trata de moldear el futuro de nuestra economía oceánica común”, ha asegurado Douglas Beal, socio y director ejecutivo en The Boston Consulting Group.

La investigación reflejada en el informe demuestra que el océano está cambiando más rápido ahora que en cualquier otro momento en millones de años. Al mismo tiempo, el aumento de la población humana y nuestra dependencia en la salud de los mares convierte la restauración de la economía oceánica en un asunto de máxima prioridad global.

“El océano nunca ha estado tan amenazado. Estamos pescando demasiados peces, vertiendo demasiados contaminantes, aumentando la temperatura y la acidez hasta un punto en el que sistemas naturales esenciales simplemente dejarán de funcionar”, ha asegurado Ove Hoegh-Guldberg, coordinador del informe y director del Instituto de Cambio Global en la australiana Universidad de Queensland.

El cambio climático es una causa fundamental de la merma en la salud de los océanos. Según este informe, al actual ritmo de calentamiento, los arrecifes de coral –que dan alimentos, empleo y protegen de las tormentas a cientos de millones de personas – habrán desaparecido completamente en 2050. No sólo se trata de la temperatura: el océano tardará cientos de generaciones humanas en revertir el aumento de la acidez provocada por el cambio climático.

La sobreexplotación es otra de las grandes causas del declive del océano, con el 90 por ciento de los caladeros mundiales sobreexplotados o plenamente explotados. Por ejemplo, la población de atún rojo del Pacífico ha sufrido un declive del 96 por ciento.

No es demasiado tarde para revertir estas preocupantes tendencias  y asegurar un océano sano que beneficie a las personas, la economía y la naturaleza. “Revivir la economía del océano” presenta un plan de acción de ocho puntos que restauraría los recursos del océano en todo su potencial.

Entre las soluciones más urgentes que ofrece el informe está incluir la recuperación del océano en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, actuar globalmente frente al cambio climático y cumplir los compromisos de protección de áreas marítimas y costeras.

“El océano nos alimenta, nos da trabajo y sostiene nuestra salud y bienestar, pero estamos dejando que colapse ante nuestros ojos. Si las historias del día a día sobre el declive del océano no inspiran a nuestros líderes, quizá un claro análisis económico lo consiga. Tenemos mucho trabajo que hacer para proteger el océano, empezando con compromisos globales reales en clima y desarrollo sostenible”, declaró Lambertini.

La campaña mundial oceánica de WWF, Sustain Our Seas, se construye sobre la base de décadas de trabajo de la organización y sus aliados en conservación marina. WWF está trabajando con gobiernos, empresas y comunidades locales para exigir a los líderes mundiales que tomen medidas urgentes para revivir la economía del océano y proteger las vidas y el sustento de miles de millones de personas en todo el planeta.