En 2003, apuntan, se tenía una disponibilidad –es decir, el resultado del volumen de agua pluvial con la que se recarga la cuenca, menos lo extraído por los seres humanos y lo evaporado por razones naturales– entre los estados Yucatán, Campeche y Quintana Roo, de 5,759.22 millones de metros cúbicos por año.
Para 2020, esa disponibilidad descendió hasta los 2,386.92 millones de metros cúbicos por año, es decir, un 58.6 % menos.
Lo anterior fue alertado por el consejo a través de un informe terminado recientemente —Programa Hídrico Regional 2020–2024—, donde se detalla el estado de salud del agua en la región, así como balances sobre su disponibilidad y prospectivas.
De continuar la tendencia, advierte el organismo, en 15 años se presentaría “una situación alarmante”.
De acuerdo con Gonzalo Merediz Alonso, presidente del Consejo de Cuenca regional, urge dejar de pensar que en la península de Yucatán hay “demasiada agua”.
“Sí la hay, pero siguiendo las tendencias, en el futuro, se compromete la disponibilidad, sobre todo en ciertos puntos”, dijo a Efe Merediz.
Dos puntos referidos son Cozumel y Cancún, dos de los destinos turísticos más importantes de Quintana Roo.
En el acuífero de la isla de Cozumel se pasó de contar con una disponibilidad de 92,12 millones de metros cúbicos en 2003 a 29.89 millones en 2020, es decir, 67 % menos de disponibilidad.
“Se observa también que la presión sobre la disponibilidad total del acuífero en el norte de Quintana Roo asciende a 86.75 %”, apuntan.
Lo anterior quiere decir que el recurso en esa zona solo está a 13.25% de ser totalmente ocupada, mayormente, por el sector hotelero.
En 2030, proyectó el Consejo de Cuenca con base en los datos del Consejo Nacional de Población (Conapo), la población en la península de Yucatán aumentará hasta las 7.38 millones de habitantes.
Para atender la demanda, considerando que la dotación de 250 litros por habitante por día de agua es suficiente, se necesitará entonces una demanda de 673 millones de litros por año para el servicio público urbano, lo que equivale al actual consumo del recurso en toda la Península de Yucatán, resalta el Consejo de Cuenca.
Por lo anterior, el organismo pide priorizar la inversión de los municipios y estados de manera conjunta para construir infraestructuras para el tratamiento de las aguas residuales que se generan en toda la región sureste.
El programa se elaboró en coordinación con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), gracias al apoyo financiero por parte de la Fundación Río Arronte, la administración de la asociación civil Amigos de Sian Ka’an y el auspicio del Consejo de Cuenca Península de Yucatán (CCPY).