Según un reciente informe conjunto de la ONU y la Universidad de Cambridge, la pérdida de biodiversidad se acelera cada día.
Desde la década de 1970, la población mundial animal se redujo un 30 por ciento, los bosques de manglares y las pasturas marinas en un 20 por ciento, y los arrecifes de coral con vida un 40 por ciento.
Naciones Unidas está muy preocupada por las repercusiones sociales, económicas y ambientales que ocasiona la pérdida de la biodiversidad y enfatiza en la necesidad de poner en marcha medidas que contribuyan a frenar esa tendencia.
La asociación Amigos de la Tierra Internacional advierte que esta reducción de biodiversidad sigue a un paso acelerado sin precedentes y que los pueblos que dependen de los bosques, las comunidades de pescadores y los pobres, son quienes sufren las peores consecuencias.
Según un reciente informe conjunto de la ONU y la Universidad de Cambridge (Reino Unido), perdemos biodiversidad de forma acelerada. Desde la década de 1970, la población mundial animal se redujo un 30 por ciento, los bosques de manglares y las pasturas marinas en un 20 por ciento, y los arrecifes de coral con vida un 40 por ciento.
La Fundación Repsol responsable con la necesidad de crear las bases de un modelo productivo sostenible ha promovido con la colaboración del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), del Real Jardín Botánico de Madrid (España) y de la Fundación Biodiversidad, la I Jornada de Biodiversidad y Responsabilidad Social, en la que el Vicepresidente Ejecutivo de la Fundación, Enrique Locutura, resaltó las implicaciones económicas que significa la pérdida de la biodiversidad y señaló que “todos somos responsables de lo que eso supone”.
Expertos nacionales e internacionales analizaron la situación actual de la biodiversidad, en esta I Jornada sobre Biodiversidad, y su importancia para un desarrollo económico sostenible. Abordándose el tema desde distintos puntos de vista: económico, social, ambiental y científico.
El entomólogo y biólogo estadounidense, Edward O. Wilson, conocido por su trabajo en evolución y Sociobiología, creador de EOW Biodiversity Foundation, dividió la biodiversidad en tres niveles: genética, de especies y de ecosistemas, y de ella dijo que se trata de “la máquina viva de la Tierra”.
Capacidad Médica
Así lo recordó Gonzalo Nieto, director del Real Jardín Botánico de Madrid, en la jornada organizada por la Fundación Repsol, quien apuntó que hay un absoluto desconocimiento sobre lo que la biodiversidad representa. “Pocos conocen que del popular ‘chile’ se extrae la capsaicina, que es un analgésico y anticancerígeno”.
También es poco conocido que el “tolypocladium inflatum” es un hongo del que se extraen las ciclosporinas, base de los inmunosupresores que revolucionaron los transplantes, o que de la flor ‘vinca de Madagascar’ o vinca rosa’ se extraen alcaloides que han resultado muy eficientes para combatir dos enfermedades graves: la leucemia linfocítica aguda y la enfermedad de Hodgkin.
James Spurgeon, Director Técnico de ERM (Environemental Resources Management), presentó, durante su ponencia, la guía que está desarrollando junto con el WBCSD (World Business Council for Sustainable Development). Su especialidad se concentra en los aspectos económicos, financieros, ambientales y sociales relacionados con la gestión sostenible de los recursos naturales en el Reino Unido, entre otros países.
El técnico explicó que es difícil pensar en alguna actividad económica que no se beneficie de alguna manera del “entorno natural”.
Esta guía hace referencia al uso que hacen las empresas de los ecosistemas donde, tanto su degradación como los beneficios que estos ofrecen, se deben valorar y tener muy en cuenta para la toma de decisiones.
En esta I Jornada de biodiversidad y responsabilidad social, Berta Martín-López, profesora de la Universidad Autónoma de Madrid (España), presentó una iniciativa para evaluar el coste de la inacción política y la falta de actividad en la toma de medidas de gestión, apuntando tres tipos de valores a tener en cuenta en la toma de decisiones políticas para gestionar los sistemas socio-ecológicos, a través de una gestión adaptativa: el valor ecológico, el socio-cultural y el monetario.
Plan de acció
¿Por qué y cómo deben realizarse los Planes de Acción de Biodiversidad (PAB)? El objetivo de los PAB es conservar o mejorar la biodiversidad. Se trata de una herramienta para desarrollar medidas prácticas para protegerla de una manera integrada.
Alfonso Alonso, Managing Director, Field Programs del Smithsonian Institution, presentó el Plan de Acción de Biodiversidad: Resultados de un Proyecto exploratorio Energético en el norte de Perú. Una iniciativa pionera en el sector petrolero con resultados muy prometedores.
El proyecto favoreció el incremento del conocimiento científico a través del estudio de la vegetación, aves, anfibios y reptiles; la gestión de impactos ambientales; el estudio en ocelotes, primates y macroinvertebrados; la conservación y protección de la biodiversidad; recomendaciones sobre la línea de base de los Evoluciones de Impacto Ambiental y un gran plan de educación ambiental.
Un claro ejemplo de recuperación de la biodiversidad en un área de gran importancia ecológica en la selva amazónica brasileña lo presentó Mario Mantovani, Director de Relaciones Institucionales de la ONG, “SOS Mata Atlántica”. El proyecto tenía como finalidad la reforestación del área de gran valor ecológico denominada Mata Atlántica y la recuperación de áreas en los márgenes de los ríos y lagos, conservando su cauce y biodiversidad a fin de evitar la desaparición de los recursos hídricos.
Para ello se plantaron dos bosques con treinta mil brotes de árboles que han beneficiado a ocho millones de personas.
Mantovani analizó también los motivos por los que se han perdido zonas de gran valor ecológico en Brasil, presentando también un ambicioso plan sobre cómo se pueden recuperar estas áreas.