Airbus dijo que ha firmado acuerdos con las aerolíneas Frenchbee y SAS Scandinavian Airlines, así como con tres proveedores de servicios de navegación (la francesa DSNA, la británica NATS y Eurocontrol), "para demostrar la viabilidad operacional" del programa de demostración denominado Fello'fly de reducción de emisiones.
Fello'fly consiste en que una aeronave siga a corta proximidad a otro avión, a una distancia de unos 3 kilómetros en vez de la distancia requerida en la actualidad de entre 55 a 90 kilómetros, lo que, según el fabricante aeronáutico, permite reducir el consumo del aparato que sigue al de cabeza entre un 5 y un 10 %.
Esta técnica de vuelo en formación es utilizada por especies de aves, como los gansos, para ahorrar energía.
El anuncio fue realizado durante la segunda jornada de un seminario en línea sobre reducción de las emisiones de CO2 generadas por el sector organizado por la Organización Civil de la Aviación Internacional (OACI), con sede en Montreal (Canadá).
En el seminario de cuatro días participan unas 1,000 personas. Ayer, durante la jornada de apertura del seminario, la secretaria general de la OACI, Fang Liu, animó a los estados miembros del organismo de la ONU, así como operadores del sector y otros participantes, a que se integren en la Coalición Global para una Aviación Sostenible.
"Establecimos esta coalición en respuesta a la Cumbre de Acción Climática de la ONU de 2019 y se ha desarrollado una herramienta de seguimiento para compartir información sobre sus prioridades y actividades", añadió Liu.
Sobre el proyecto Fello'fly, Airbus señaló que los vuelos de prueba se realizarán en 2021 utilizando dos aviones Airbus 350 con la colaboración de las dos líneas aéreas, Frenchbee y SAS, sobre el espacio aéreo de océanos.
Airbus explicó que, dada la posibilidad de un "significante impacto en la reducción de emisiones", la técnica de vuelo en formación podría ponerse en marcha de forma comercial a mediados de esta década.
La compañía ha calculado que la adopción del sistema podría reducir las emisiones de dióxido de carbono entre 3 y 4 millones de toneladas al año en las operaciones de aviones de cabina ancha.
Los desafíos operacionales de volar dos aviones en proximidad incluyen nuevos procesos para identificar las aeronaves.