Marie Harf, vocera del Departamento de Estado dijo que su gobierno no identificará de manera pública a los funcionarios afectados con estas restricciones, citando la confidencialidad de esta información.
Empero indicó que con este anuncio “nuestro mensaje es claro: Aquellos que cometan tales abusos no serán bienvenidos a Estados Unidos”.
“Queremos enfatizar que la acción que estamos anunciando hoy está específicamente dirigida a individuos responsables de violaciones de derechos humanos y no a la nación de Venezuela o su pueblo”, dijo en un comunicado difundido aquí.
De acuerdo con Harf, estas restricciones derivaron de la violenta represión a manos de fuerzas de seguridad venezolanas contra las manifestaciones, derivadas del empeoramiento de las condiciones económicas, sociales y políticas en esa nación.
“Las fuerzas de seguridad del gobierno han respondido a estas protestas en muchas instancias con detenciones arbitrarias y uso excesivo de fuerza”, dijo.
“hemos visto esfuerzos repetidos para reprimir la legítimas expresiones de disidencia a través de intimidación judicial, limitar la libertad de prensa o silenciar miembros de la oposición política”, refirió.
Indicó que las restricciones afectarán a “un numero” de funcionarios del gobierno del presidente Nicolás Maduro “que han sido responsables de o cómplices en tales abusos de derechos humanos”.
“Con este paso hacemos evidente nuestro compromiso para hacer responsables a los individuos que los cometan”, puntualizó.