La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) aceptó con una larga lista de condiciones la invitación del presidente de República Dominicana, Danilo Medina, para explorar las condiciones de un diálogo con el presidente Nicolás Maduro.
Entre los frustrados encuentros previos figura el convocado por el Papa Francisco en octubre de 2016, el cual se realizaría en la isla Margarita, de acuerdo al anuncio del nuncio apostólico en Argentina, Emil Paul Tscherring.
Antes de esta iniciativa el pontífice había recibido a Maduro, a quien exhortó al "diálogo sincero y constructivo".
Una tensa situación a nivel interamericano se vivió en marzo de este 2017, cuando la Organización de Estados Americanos (OEA) exhortó a la liberación de los presos políticos y que se fijara un calendario electoral.
Para mayo de este año la intervención de la OEA casi llegó a la expulsión de Venezuela del Organismo, mientras Caracas decidió separarse de la entidad, decisión que demora dos años en concretarse.
En abril de 2017 Francisco reveló que el diálogo estaba trabado entre otras razones porque parte de la oposición no lo quería.
De manera paralela corría en el mismo abril la mediación de la Unión de Naciones del Sur (Unasur) y de los expresidentes de España, José Luis Rodríguez Zapatero, de Panamá, Martín Torrijos y de Dominicana, Leonel Fernández.
Ahora la nueva posibilidad de diálogo se da con la legislativa Asamblea Nacional prácticamente anulada amientras la emergente Asamblea Constituyente sigue sus trabajos para reorganizar la estructura institucional de Venezuela.
En esta ocasión la MUD ha pedido, entre otras condiciones un cronograma electoral "completo e inamovible", que incluya las fechas de las elecciones regionales (ya convocadas para el 15 de octubre), locales y presidenciales de 2018 con una observación internacional de "primer nivel".
También, la liberación de políticos presos, la suspensión de las inhabilitaciones a dirigentes opositores y el cese a la persecución.
El respeto a la independencia de poderes del Estado, y por ende, el reconocimiento pleno de las competencias de la Asamblea Nacional (Congreso), bajo el control opositor.
Igualmente, pide la atención inmediata a la emergencia económica y social, ocasionadas por el desabastecimiento de alimentos y medicinas.
La alianza opositora recalcó que luego de la reunión con Medina le informará al país si esta "diligencia complementaria tiene alguna viabilidad y contribuye a abrir un camino para Venezuela".