Un volcán casi agotado sigue creando problemas en el aire de La Palma

A falta de nueve días para dar por finalizado el proceso eruptivo en el volcán de Cumbre Vieja, en la isla canaria de La Palma, este sigue afectando a la calidad del aire a causa de la alta concentración de partículas en suspensión en la zona no desalojada del municipio de Los Llanos de Aridane.

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Imagen tomada ayer desde la iglesia de Tajuya, en la que solo se aprecia en el volcán un ligera emisión de gases. EFE /Luis G Morera

Pese a los síntomas de agotamiento de la erupción, que han llevado a los expertos a declarar una cuenta atrás para considerar terminado el proceso eruptivo que comenzó el 19 de septiembre, a lo largo de la jornada de este jueves se registra un problema "obvio" de concentración en el aire de partículas inferiores a 10 micras, según señaló el director técnico del Plan de Emergencias por Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende.

En cuanto al dióxido de azufre (SO2) asociado al proceso eruptivo, la calidad del aire se mantuvo en niveles buenos en todas las estaciones de la isla, salvo una ligera subida registrada este jueves también en Los Llanos de Aridane.

Al respecto, la portavoz científica del Pevolca, María José Blanco, explicó que la emisión de dióxido de azufre (SO2) a la atmósfera por el actual proceso eruptivo continúa siendo baja, y no está relacionada con un ascenso de lava sino con un proceso de solidificación del magma superficial todavía existente en los conductos del centro eruptivo.

En el caso de la emisión difusa de dióxido de carbono (CO2) asociada a los 220 kilómetros cuadrados del sistema volcánico de Cumbre Vieja, continúa reflejando una emisión superior al valor promedio de los niveles de fondo y en algunas zonas concretas puede representar un peligro para las personas en áreas que no estén bien ventiladas si se produce acumulación de CO2 y descenso del oxígeno en el aire.

María José Blanco insistió en que la ausencia de valores observables tanto directos como en superficie corrobora "los signos de agotamiento del proceso eruptivo", aunque no es descartable un nuevo repunte de actividad estromboliana y de emisión de coladas.

Para poder decir que el proceso eruptivo que dio comienzo el 19 de septiembre está finalizado, los datos registrados y observables se deben mantener en los niveles actuales durante 9 días más, señaló la geóloga, quien subrayó que la emisión visible de gases volcánicos es puntual y esporádica, y se concentra en la zona de los centros eruptivos y en los oquedades de los tubos volcánicos.

Además en las paredes de los cráteres del cono principal y del secundario se están produciendo continuos pequeños derrumbes a favor de fallas y fisuras existentes.

El tremor está a nivel del ruido de fondo y la sismicidad sigue en niveles muy bajos en todas las profundidades. María José Blanco indicó que debido al cese del tremor se ha localizado más sismicidad en la zona intermedia en el rango de magnitudes 1.1 a 3.4 mbLg.

Según el sistema de satélite Copernicus las infraestructuras dañadas son ya 3,126, de las que 2,988 son edificaciones destruidas y 138 están en situación de riesgo.

Además, Miguel Ángel Morcuende especificó que más de 73 kilómetros de carreteras fueron arrasados por las coladas, lo que también comprende calles y zonas públicas del viario.