El informe, "Flores del País: Maltratadas", hace hincapié, además, en la persecución del Gobierno contra los activistas que defienden los derechos de los niños a la educación, la seguridad alimentaria y la salud.
"Con este informe, queremos alertar a la opinión pública sobre la creciente escalada en la represión en China, pues varios de los detenidos han promovido incansablemente los derechos de la infancia", afirmó la directora internacional de la organización, Renee Xia.
Entre otros casos, el informe documenta la detención del activista Zhang Lin, detenido el 22 de agosto por organizar protestas para que su hija de 10 años pudiera ir a la escuela.
Las autoridades chinas utilizan también a las familias de los activistas, incluidos niños, a los que amenazan o maltratan como represalia contra los disidentes.
El informe, que agrupa datos recabados sobre el terreno desde 2005 en torno a los menores de 18 años, se centra en varias áreas, como las disparidades entre el campo y la ciudad para acceder a la educación y la sanidad básicas, o la "obstrucción y negligencia del Gobierno para proteger los derechos de los niños a la salud y a la vida".
También pone de manifiesto el tráfico de menores y los fracasos a la hora de proteger a las niñas de abusos sexuales "patentes", así como la "falta de medidas efectivas para poner fin al uso extendido del trabajo infantil".
Asimismo, denuncia la inseguridad alimentaria en casos como la contaminación de leche en polvo con melamina en 2008, que envenenó a cerca de 300,000 bebés, o el hecho de que en una sola ciudad china, más de la mitad de las 2,500 mujeres que denunciaron abusos sexuales entre 2009 y 2012 tenían menos de 14 años.
CHRD también alerta de que los trabajos forzosos de niños son una "práctica aún extendida en el país", así como el tráfico de menores.
El tráfico de menores también preocupa a esta organización, que sostiene que el número de estas víctimas va en aumento cada año. Sólo en 2009, la Policía china "rescató a 3,455 niños secuestrados", afirma.
También denuncia casos en los que aparentemente estuvieron implicados funcionarios gubernamentales y que quedaron impunes.
La mayoría de los problemas, concluye CHRD, responden a la falta de garantías legales en el país, así como la obstrucción por parte de funcionarios del gobierno de los esfuerzos, tanto por parte de las familias y de la sociedad civil en general, para mejorar las condiciones de los niños.
Por ello, insta al Ejecutivo del presidente Xi Jinping a acabar con la represión contra aquellos que luchan por mejorar las condiciones de vida de los niños y emprender acciones urgentes. (EFE)