Según este estudio, un 40 % de los neoyorquinos contestó que se sentía "de alguna forma" preocupado por esta posibilidad, mientras que un 30 % aseguró sentirse "muy preocupado". Un porcentaje que a nivel estatal se sitúa en el 61 %.
Este porcentaje fue aún mayor cuando los encuestados fueron preguntados por su opinión sobre si la delincuencia constituye un problema grave en su comunidad.
Un 87 % de los neoyorquinos de la Gran Manzana aseguran que el problema es "de alguna manera grave" (30 % de los encuestados) o "muy grave" (57 %).
"Para los neoyorquinos, la delincuencia no es sólo algo que les ocurre a otros en lugares lejanos", afirma el director del Instituto Siena, Don Levy, quien subraya que el hecho de que un 61 % de las personas encuestadas a nivel estatal afirme que les preocupe ser potenciales victimas de un asalto es "inquietante".
Levy destaca que un 41 % de los neoyorquinos, además, considera que nunca se había sentido tan preocupado por su seguridad personal.
Asimismo, revela que un 16 % de los habitantes de la Gran Manzana encuestados asegura haber sufrido un asalto físico en el último año y un 38 % dice haber sido testigo de un comportamiento violento o amenazador.
El estudio también recoge que un 39 % de los neoyorquinos ha comprado cámaras de seguridad, un 36 % armas, sprays u otros objetos para defenderse ante un eventual ataque y que un 25 % ha acudido a clases de defensa personal.
Nueva York, como otras grandes ciudades estadounidenses, sufrió un aumento de la violencia armada con el estallido de la pandemia de la covid-19, y aunque esta ha disminuido en el último año, sigue manteniéndose en niveles superiores a 2019.
Según datos oficiales, los asesinatos en la ciudad de Nueva York en 2022 se redujeron un 10 % respecto al año anterior. Sin embargo, se registró un aumento de las violaciones, los robos y la delincuencia en general.
A nivel estatal, los delitos en general aumentaron en 2022 un 21 % en relación con el año anterior, de 345,020 a 417,975.