"Condeno el intolerable baño de sangre en Ucrania y llamo a todas las partes a frenar la violencia (...) El Ejército ucraniano no debería volverse contra el pueblo de Ucrania", dijo el secretario general de la alianza transatlántica, Anders Fogh Rasmussen, tras una reunión con el primer ministro griego, Antonis Samaras.
"Si eso ocurre habrá graves consecuencias para la cooperación OTAN-Ucrania. Todas las partes deben buscar el diálogo y una solución pacífica", dijo, pidiendo que el Ejército se mantenga neutral.
El ministro de Defensa griego, Dimitris Avramopoulos, se pronunció en el mismo sentido tras un encuentor de ministros del ramo de la Unión europea (UE). "No estaba en la agenda, pero algunos ministros han dicho que no se puede permitir la intervención de las fuerzas de combate ucranianas". (DPA)