También mostró su solidaridad con las naciones del Caribe que sufren las consecuencias de los devastadores huracanes Irma y María.
La generosidad y resistencia que millones de personas mostraron ante estos desastres naturales constituyen una fuente de inspiración para el mundo, y Canadá está listo para prestar toda la ayuda que esté a su alcance, añadió.
Al referirse al aniversario 150 de su país, dijo que este está construido sobre la base de diferentes culturas, religiones e idiomas, lo que conforma una diversidad que a la vez constituye su gran fortaleza.
Sin embargo, el gobernante reconoció que los pueblos originarios canadienses sufrieron durante muchos años humillaciones, prohibiciones y abusos.
En ese sentido, destacó los esfuerzos de su gobierno por mejorar la situación de dichas poblaciones, en correspondencia con las leyes nacionales y el derecho internacional.
Trudeau añadió que no existe ningún país en este planeta que pueda obviar la realidad del cambio climático, por lo que reafirmó su compromiso de seguir adelante y luchar 'por un plan global' que tiene posibilidades reales de hacer frente a este flagelo.
Desde su arribo el martes a Nueva York, el mandatario participa en numerosas actividades y reuniones en busca de apoyo para que su país tenga un asiento como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, órgano que Ottawa no integra desde el año 2000.
Para ello desarrolló un intenso programa de encuentros bilaterales con jefes de estado de varias naciones, entre otras Indonesia, Uganda, Países Bajos, Ecuador, Panamá, Costa Rica y Tayikistán.
Durante su visita de tres días a la urbe neoyorquina, Trudeau está acompañado por su esposa, Sophie Grégoire Trudeau, y seis ministros de su gabinete.