Estos juegos de guerra, conocidos como "Tiger", arrancaron el pasado lunes (el mismo día en que se inició UFS) en un campo de entrenamiento que simula áreas urbanas situado en la ciudad de Paju, localidad que se encuentra al noroeste de Seúl, junto a la frontera con Corea del Norte.
"Tiger", que ha implicado la movilización de unos 500 soldados surcoreanos y estadounidenses además de tanques o drones, durará hasta el viernes, día en que se realizará un balance y un análisis de los ejercicios, según indicó el comunicado.
Ambos ejércitos realizaron operaciones ofensivas y defensivas en el campo de entrenamiento de cara a "mejorar la capacidad operativa combinada a nivel de batallón".
El teniente estadounidense Robert Beveridge, que está participando en los ejercicios, asegura en el comunicado que "junto a los soldados de la República de Corea (nombre oficial de Corea del Sur) podemos desarrollar capacidades basadas en la topografía y el entorno urbano de la península de Corea".
"Tiger" es parte de UFS, unos ejercicios militares combinados a gran escala que durarán hasta el próximo 31 de agosto y que, además de maniobras sobre el terreno, incluye un simulacro de puesto de mando basado en una simulación por ordenador.
Corea del Norte, que habitualmente critica con dureza este tipo de ejercicios por considerarlos un ensayo para invadir su territorio, advirtió recientemente que la celebración este año de UFS podría desencadenar una "guerra termonuclear".