Palante no concluyó la quinta etapa que se disputó el jueves entre las norteñas ciudades argentinas de Chilecito y San Miguel de Tucumán y fue encontrado hoy a las 8:30 por "el camión escoba que se dirigía a la posición del corredor con el fin de recuperarlo", informó la organización.
En el kilómetro 143 de la especial se descubrió el cuerpo sin vida del piloto belga de 50 años, que corría a bordo de una Honda de preparación propia.
En la accidentada quinta etapa del jueves se había cancelado el segundo tramo de la especial por motivos de seguridad. Al portugués Paulo Gonçalves (Honda) se le prendió fuego su máquina cuando iba primero y se sumó a los más de cien competidores que ya abandonaron la competencia, de los cuales 87 fueron motos.
Palante fue encontrado al costado de la moto y se cree que habría muerto de un golpe, según las primeras especulaciones, ya que no había apretado el botón rojo que los pilotos deben presionar para solicitar asistencia. "No llegó ninguna alerta", afirmó la organización.
El belga había llegado a la meta cuatro veces, mientras que en otras seis oportunidades no había finalizado la competencia.
"Tenía este año la ambición de ganar la categoría (...) Conocía perfectamente la prueba de la que, a través de los años, se había constituido en pilar, gracias a su entusiasmo y su seriedad", indicó la organización, que notificó lo sucedido a la familia del fallecido.
Por otra parte, en la noche del jueves se supo que dos argentinos fallecieron cuando su camioneta cayó al vacío en una curva cerrada en Andalgalá, provincia de Catamarca, fuera del camino habitual para los trabajadores de prensa, dijo el comisario Daniel Omar Roldán.
Los fallecidos son Daniel Eduardo D'Ambrosio, de 51 años y seguidor del Dakar, y Agustín Ignacio Mina, de 19 años y estudiante de periodismo que realizaba la cobertura para de "Super Rally", una revista especializada. Ambos eran de la provincia de Córdoba (centro del país) y no estaban acreditados para cubrir la carrera.
El editor de Super Rally, Francisco José Delgado, dijo al diario de Córdoba "La Voz del Interior", que Mina "era fotógrafo" y que D'Ambrosio "era mecánico, manejaba y hacía la asistencia técnica".
Delgado confirmó que no estaban acreditados: "No podíamos pagar el costo. Acompañamos la carrera. Somos un grupo de amigos que estábamos trabajando y disfrutando de la carrera. Es lamentable lo que pasó".
Con ellos viajaban dos personas, una de ellas peruana, que quedaron internadas en la localidad de Concepción, en la norteña provincia de Tucumán.
Los pilotos dicen que la muerte está naturalizada en el ambiente del Rally Dakar y las cifras tal vez puedan ayudar a entenderlo: con los tres muertos de esta edición ya son 65 los muertos en la historia de la competencia, de los cuales 23 son competidores y el resto se reparte entre espectadores, transeúntes, periodistas y asistentes.
El diario "La Nación" recordó que en 1988 se vivió la edición más cruenta, cuando perdieron la vida ocho personas. Al mudarse en 2009 a Sudamérica, el sino trágico no se modificó, ya que hasta el momento son cuatro los pilotos que perdieron la vida: el francés Pascal Terry en 2009, el argentino Jorge Martínez Boero en 2012, el francés Thomas Bourgin en 2013 y el belga Palante este año.