La XXVI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, un mecanismo de diálogo político y colaboración de la región, inaugurado en México en 1991, sesionará el viernes en esta ciudad (ubicada a 45 kilómetros al oeste de la capital guatemalteca).
Con una alta asistencia de jefes de Estado -17, más tres vicepresidentes y delegaciones ministeriales- la cumbre se desarrollará bajo el lema “Por una Iberoamérica próspera, inclusive y sostenible”.
El miércoles comenzaron los primeros arribos de los líderes iberoamericanos. Llegaron los jefes de gobierno de Andorra, Antoni Martí; España, Pedro Sánchez; Paraguay, Mario Abdo Benítez, y Ecuador, Lenín Moreno, además del monarca español Felipe VI.
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, y el resto de gobernantes llegarán al país centroamericano este jueves, a fin de participar en la cita que se centrará en el análisis de una “agenda global de futuro”.
Ante la visita de las personalidades que participarán en la Cumbre Iberoamericana, las tranquilas plazas y calles son vigiladas por la Policía Nacional Civil y contingentes del Ejército.
Ante las numerosas actividades relacionadas con la cita de los gobernantes de 19 países de América Latina, más España, Portugal y Andorra, numerosas calles de la turística ciudad guatemalteca han sido cerradas para facilitar el control de personas y vehículos.
Por motivos de seguridad, a cargo de la guardia presidencial de Guatemala, se estrecharon las medidas de control y vigilancia en el hotel sede de la Cumbre, un ex convento colonial restaurado, y en otros recintos de la ciudad.
La reunión es “la primera conectada con una agenda global de futuro: los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, dijo Rebeca Grynspan, titular de la Secretaría General Iberoamericana (Segib), organizadora de la Cumbre.