En el último pronóstico de junio, los expertos confiaban en que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) se situase en el 2.0 por ciento. Asimismo, también se ha reducido la proyección para el año próximo del 2.6 al 2.4 por ciento.
Esta semana, Alemania, el motor de la economía en la Unión Europea, redujo drásticamente su pronóstico de crecimiento.
Los expertos suizos estiman que han perdido fuerza tanto los impulsos económicos en el interior como en el exterior. En vista del débil impulso coyuntural, el mercado de creación de empleo no se recuperará con la rapidez que se esperaba y habrá que esperar a 2015, señala el comunicado de la Seco.
Los riesgos se han hecho sentir en los últimos tiempos sobre todo en la zona euro, donde la poca fortaleza de los datos coyunturales de los últimos meses apuntan a que la recuperación todavía avanza de forma renqueante. (DPA)