"Si alguien espera que Serbia simplemente reconozca la así llamada independencia de Kosovo, esto no va a ocurrir", afirma Selakovic, que asegura que su Gobierno está fuertemente comprometido con el diálogo con Pristina auspiciado por Bruselas, porque lo ven "como la única forma de resolver por la vía política" ese conflicto territorial.
DIÁLOGO CON PRISTINA
Sobre este diálogo que comenzó en 2011 y ha sufrido muchas interrupciones, señala que espera que se reanude a mediados de mes en Bruselas tras la reciente formación del nuevo Gobierno en Kosovo.
"No es algo fácil, pero creemos que solo puede haber una solución a través de un compromiso, y eso significa que ninguna de las dos partes en el proceso va a estar completamente satisfecha, ninguna va a conseguir todo", afirma.
La independencia de Kosovo, proclamada unilateralmente en 2008, es reconocida por unos cien países, entre ellos Estados Unidos y la mayoría de los socios de la UE, pero no por Rusia, China o España.
Este asunto condiciona drásticamente el proceso de adhesión de Serbia al club comunitario, al que es oficialmente candidato desde 2012, con el horizonte de entrada en 2025.
"El proceso de diálogo (con Pristina) es el asunto más importante en nuestro camino europeo, pero también es importante para la estabilidad de la región. Nuestro presidente ha subrayado en muchas ocasiones que no podemos apoyar un conflicto congelado, porque alguien puede llegar al poder y descongelarlo", afirma Selanovik, de visita en España.
REFORMAS EN EL CAMINO EUROPEO
La UE pide a Serbia también avances en la reforma del Estado de derecho, como le recordó el alto representante para la Política Exterior, Josep Borrell, al presidente Aleksandar Vucic, en su reciente visita a Bruselas.
"Este Gobierno ha hecho mucho en los últimos seis meses y nuestro presidente presentó muchas reformas que se han hecho, especialmente en el imperio de la ley y libertad de expresión. Estamos plenamente comprometidos en nuestro camino europeo, en los valores europeos y deseando completar estas reformas", señaló.
Bruselas pide igualmente a Serbia mantener la misma postura que la UE en asuntos de política exterior y en este sentido preocupa que Belgrado se comprometiera a abrir una embajada en Jerusalén, como parte del acuerdo que firmaron Serbia y Kosovo en 2020 para la normalización de lazos económicos con la mediación de Donald Trump.
Selakovic da a entender ahora que Belgrado no va a hacerlo, después de que Israel reconociera la independencia de Kosovo y esta abriera embajada en Jerusalén el pasado marzo.
"El acuerdo de Washington de septiembre de 2020 fue importante, dio muchas posibilidades de desarrollo a la región de los Balcanes Occidentales, y la relación con Israel fue solo uno de los puntos. Nuestro presidente subrayó claramente que si el Estado de Israel respeta a Serbia y sus intereses, entonces Serbia va a prestar atención a los intereses de Israel".
"En este momento particular no estamos pensando en este punto del acuerdo. ¿Reconocer a una parte de nuestro territorio como un estado separado es la forma de respetar nuestros intereses? No", zanja Selakovic.
Tampoco cree que las estrechas relaciones que mantiene Serbia con Rusia vayan contra su aspiración europea.
"Mantenemos buenos lazos no solo con Rusia, también con otros países como China, Latinoamérica, árabes. Pero siempre me preguntan lo mismo en la UE y nadie pregunta cuál es el nivel de cooperación de algunos países miembros, especialmente económica, con Rusia y China", señala.
Sobre España, destacó que su posición de no reconocer a Kosovo influye en las "excelentes relaciones", pero indicó que ambos países deben impulsar la cooperación económica. "Necesitamos muchas más inversión, especialmente en el proceso de recuperación post pandemia. Estoy seguro de que las buenas relaciones políticas son una fuerte base para ello", aseguró.
ÉXITO EN LA VACUNACIÓN
El pragmatismo en las relaciones exteriores es en parte responsable del gran éxito de Serbia en la vacunación contra el coronavirus, con más de un tercio de la población vacunada.
"Serbia está en la cabeza de los países europeos en el proceso de vacunación y creemos que para el final del verano habremos terminado", señala Selakovic, que justifica la decisión de su Gobierno de comprar vacunas a varias partes.
El país cuenta actualmente con cuatro vacunas: Pfizer/BioNtech y AstraZeneca, más la rusa Sputnik y la china Sinopharm, y "todos nuestros ciudadanos pueden elegir qué vacuna quieren".
Además, ha donado vacunas a Macedonia del Norte, Montenegro y Bosnia Herzegovina.
A pesar del impacto de la pandemia, Serbia empezó 2021 "con mejores cifras" macroeconómicas y financieras que a principios del año pasado (en el primer trimestre de 2020 creció un 5 % interanual y en el primer trimestre de este año un 5.2 %), algo que Selakovic atribuyó a las "duras reformas" que se comenzaron aplicar en 2014.