"No se trata solo de proponer una simple reflexión sobre la diversificación de nuestra energía nuclear, sino de preparar, pura y simplemente, la salida de Francia de lo nuclear", declaró Sarkozy durante una visita a una planta de enriquecimiento de uranio de la empresa Areva en Pierrelatte (sureste).
El candidato socialista al Palacio del Elíseo, François Hollande, ha llegado a un acuerdo con el partido ecologista EELV, liderado por la exmagistrada Eva Joly, para reducir del 74 al 50 por ciento la parte de energía nuclear que consume Francia, en caso de victoria en las Presidenciales, y apostar por un modelo energético más heterogéneo.
"No tenemos derecho a romper un consenso político de sesenta y cinco años con el riesgo de destruir empleos en la industria francesa. Es una locura", subrayó el jefe del Estado francés.
El acuerdo entre socialistas y ecologistas acarrearía un aumento del precio que pagan las empresas por la energía, por lo que podría producirse un "movimiento masivo de deslocalización" industrial, explicó Sarkozy ante los trabajadores de una fábrica de aislante térmico, actividad de alto consumo eléctrico.
El presidente francés señaló que los franceses pagan la electricidad "dos veces menos cara que los alemanes", algo que resulta "absolutamente necesario para la competitividad" de los productos galos.
"Cuestionar la industria nuclear es cuestionar la perennidad de las fábricas" en sectores de intenso consumo eléctrico", agregó Sarkozy, quien considera que defender la industria y atacar a la energía nuclear no es compatible.
Francia, con 58 reactores nucleares, produce en torno al 75 por ciento de su electricidad gracias a la energía atómica.