Un Rivlin visiblemente emocionado rezó por la paz y para ello se colocó una kipá blanca (con la que los judíos se tapan tradicionalmente la cabeza en las celebraciones) durante una ceremonia en el parlamento que siguió a su elección.
Tras ser elegido presidente, tendrá que abandonar el partido Likud, que denominó su patria política. "Ahora pertenezco a todos, pertenezco al pueblo", dijo Rivlin.
De Rivlin se conoce su oposición a la creación de un Estado palestino para resolver el conflicto de cercano Oriente y en lugar de ello aboga por un gran Estado conjunto. (DPA)