Resiste opositor PSOE en su negativa a Rajoy a pesar de presión

La dirigencia del opositor Partido Socialista Obrero Español (PSOE) resiste en su negativa a facilitar a Mariano Rajoy, del oficial Partido Popular (PP), la formación del gobierno tras las elecciones de junio, aun cuando crece la presión en su contra.

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Rajoy, presidente en funciones del gobierno español, continúa con la búsqueda de apoyos en el Congreso de los Diputados, donde el PP es la primera fuerza política, pero carece de mayoría para validar en solitario un nuevo mandato de su líder.

En los comicios del 26 de junio pasado, el PP obtuvo 137 diputados (de los 350 escaños de la cámara), seguido del PSOE con 82, la coalición izquierdista Unidos Podemos con 71, la centroderecha Ciudadanos con 32, y formaciones nacionalistas e independentistas con el resto.

De acuerdo al sistema parlamentario español, tras los comicios es la cámara la que elige al presidente del gobierno con el voto de la mayoría absoluta de 176 (la mitad más uno), o en una segunda ronda con mayoría simple de más votos a favor que en contra.

Tras proponer a Rajoy como candidato presidencial ante el Congreso, el mandatario ha retomado los contactos con los demás partidos políticos y ha generado expectativas de parte de Ciudadanos, pero el PSOE mantiene que no le apoyará.

La razón por la que Rajoy se inclina por recibir el apoyo de PSOE y Ciudadanos, es porque les considera partidos constitucionalistas, que comparten objetivos en materia de seguridad, economía, política europea y rechazo al independentismo, además de que los nacionalistas no quieren negociar con él.

Mientras el líder del PSOE, Pedro Sánchez, le dijo a Rajoy esta semana que no le apoyará, el de Ciudadanos, Albert Rivera, abrió la posibilidad de una abstención en la segunda votación, y llamó a los socialistas a sumarse a eso.

Asimismo desde el PP varios dirigentes han pedido a los principales dirigentes que se desmarquen de Sánchez y permitan la investidura de Rajoy, ya que de no hacerlo serán responsables de terceras elecciones.

Los argumentos son que la interinidad de Rajoy inició en las primeras elecciones del 20 de diciembre, pero además que hay que aprobar los presupuestos de 2017, el techo de gasto público que pide la Comisión Europea (CE) y otros asuntos.

El miembro de la dirigencia socialista, Patxi López, aseguró que las presiones socialistas llegan desde el PP, de medios de comunicación y también de algunos de los principales empresarios del país.

Ante ello, el portavoz socialista Antonio Hernando aseguró que no se aceptarán las presiones del PP a dirigentes de la formación, ya que la decisión es del Comité Federal y se mantiene firme en “no indultar a Rajoy”.

Sin embargo, la presión es también interna ya que esta semana los expresidentes del gobierno y socialistas Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero expresaron su posición a abrirse a un cambio de postura ante la investidura de Rajoy.

González abiertamente pide permitir la formación del gobierno, mientras Rodríguez Zapatero de forma matizada llama a generar un diálogo interno que genere un consenso más fuerte, mientras el exdirigente socialista, Alfonso Guerra, fue más lejos al sugerir la abstención de toda la oposición.

De los presidentes de comunidades autónomas socialistas, solo los de Extremadura y de Aragón están de acuerdo en proceder a la investidura.

La presión al PSOE también radica en la posibilidad de que Ciudadanos cambie su postura de abstenerse a votar sí a Rajoy, y a ellos se sume Coalición Canaria, con lo que ya contaría con 170 votos a favor y dejaría a los socialistas como los que impiden la formación de gobierno.