Además de las 500 personas que fueron halladas el domingo en la costa de Aceh, en Indonesia, otros mil indocumentados fueron interceptados en la isla turística de Langkawi, en Malasia, según los reportes de la policía.
De acuerdo con la fuente, la mayoría de los inmigrantes provienen de Myanmar (ex Birmania). Hacía varios días que navegaban a la deriva sin bebida ni alimentos, agregó.
"Los hemos enviado a un campo de detención", dijo el jefe de la policía costera de Langkawi, Yusof Abdullah. La policía continúa buscando más "inmigrantes ilegales" en las isla, agregó.
Yante Ismail, portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en Malasia, hizo un llamado a los países para buscar una solución humanitaria regional.
"Estos acontecimientos ponen énfasis en la urgente necesidad de que los países de esta región trabajen conjuntamente en una solución regional para hacer frente a los movimientos irregulares por mar, teniendo en cuenta la seguridad de los Estados y las necesidades humanitarias de los que realizan viajes por mar y están expuestos al peligro", dijo el portavoz.
Desde hace años, el mar de Andamán es una vía de escape para la minoría musulmana rohingya, que huyen de la persecución y la pobreza en Myanmar.
Tras el descubrimiento de fosas comunes en el sur de Tailandia, la policía realiza redadas con mayor frecuencia, por lo que las bandas de traficantes ya no trasladaban a los inmigrantes a esa zona.
Muchos indocumentados, a los que se les retenía en campamentos clandestinos en el sur de Tailandia junto a la frontera con Malasia y se pedía rescate por ellos, murieron a causa de enfermedades o de las precarias condiciones en las que subsistían.
En Malasia hay más de 150,000 refugiados, la mayoría birmanos, de acuerdo con cifras oficiales. (DPA)