De acuerdo con el “Monitoreo de la Libertad de Expresión” presentado por Fopea, hubo un 45 por ciento menos de denuncias de agresiones con respecto a 2015.
Además, es la cifra más baja desde que en 2008 comenzó a realizarse este reporte, ya que ese año hubo 130, pero en 2013 se llegó al récord de 179 ataques a la libertad de prensa.
Los distritos en donde se registraron más casos durante los últimos nueve años fueron en la ciudad de Buenos Aires (222), Santa Fe (84) y Salta (83).
Según el documento, el Estado en su conjunto se mantiene como principal agresor de la prensa, ya que las fuerzas policiales, funcionarios públicos y judiciales, legisladores e integrantes de servicios de inteligencia protagonizaron el 47 por ciento de los casos.
Con respecto a las agresiones anónimas, que representan el 21 por ciento, consideró que se deben a la impunidad de los agresores y a la incapacidad de la justicia por profundizar en las investigaciones.
Por otra parte, resulta que los periodistas de radio siguen siendo los más agredidos (28 por ciento) en tanto que se acentúan los casos denunciados de presión a periodistas por hostigamiento judicial.
Fopea explicó que 2016 se destacó por agresiones a periodistas durante coberturas de militantes políticos, además de que fue el año con mayor cantidad de conflictos empresariales y de transformación en los medios.
También advirtió que en el 35 por ciento de los casos las agresiones fueron físicas o psíquicas, mientras que en el resto hubo hostigamiento, atentado con la propiedad, la emisión o la difusión, censura, amenazas, detenciones arbitrarias y restricciones al acceso de información.
Con respecto a los despidos, Fopea explicó que 2016 fue un “año negro” porque la conflictividad laboral se profundizó y llevó a la creación de un Observatorio y alerta laboral para registrar despidos y reducción de planteles periodísticos.
Gracias a esta herramienta se registró el despido de mil 499 periodistas, aunque Fopea reconoce que otros gremios elevan la cifra a entre dos mil y cuatro mil, ya sea por vaciamiento, venta fraudulenta del medio, recortes, falta de publicidad, crisis financiera y cambios de modelo empresarial.
En el informe destaca el caso de Clarín, la empresa que, a pesar de ser el multimedios más importante del país y que ha sido ampliamente favorecido con millonarios negocios bajo el mandato de Mauricio Macri, despidió a 180 trabajadores, más que ningún otro medio.