Maestros que intentaban instalar una escuela itinerante frente al Congreso como medida de protesta, fueron desalojados el domingo a golpes y con gas lacrimógenos por policías de Buenos Aires.
El jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta; el ministro de Educación, Esteban Bulrrich; y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, defendieron el accionar de la policía con el argumento de que los docentes no habían solicitado permiso para instalar la carpa.
Mientras que organizaciones de derechos humanos denostaron la violencia en contra de los profesores y denunciaron que se está atacando el derecho constitucional a la protesta social.
La respuesta a la agresión fue el noveno paro nacional en dos meses que realizaron este martes los diversos gremios de docentes y que tuvo un acatamiento dispar en todo el país.
El presidente argentino Mauricio Macri ratificó el endurecimiento de su gobierno al criticar a los maestros sin responder a los reclamos que sostienen los sindicatos magisteriales por la apertura de negociaciones de alzas salariales a nivel nacional.
"Nos encontramos con gremios docentes que, en vez de dar el ejemplo, en vez de cumplir las normas, las violan y encima hacen un día de paro, eso es lo que no queremos más", dijo.
Macri agregó que “ya vimos lo mal que nos ha ido en los últimos diez años y los gremios docentes, en vez de reconocer ese mal resultado y hacer autorcrítica, radicalizan la defensa de lo mal que han hecho".
También consideró que la educación “debería tener un lugar central en la Argentina de hoy, a partir de que evaluamos y vimos lo mal que nos ha ido en los últimos diez años y que sería importante que los gremios docentes sean los primeros en cumplir las normas".
La demanda de los sindicatos es la apertura de las “paritarias”, como se definen en Argentina los acuerdos anuales para fijar aumentos salariales y a los que el gobierno puso un límite del 20 por ciento, aunque hay provincias en que apenas ofrecen el 3.0 por ciento.
Los maestros rechazan la propuesta porque la inflación de 2016 superó el 40 por ciento, por lo que necesitan aumentos similares para compensar la pérdida del poder adquisitivo.