"Si Rusia sigue interviniendo en Ucrania, sería un error histórico", declaró el danés en un encuentro con representantes de la alianza en París.
Al ser consultado sobre si en ese caso la OTAN intervendría militarmente, Rasmussen fue esquivo con la respuesta. Tan sólo se limitó a repetir que un avance ruso en el este de Ucrania tendría "consecuencias graves" y seguiría aislando aún más a Rusia a nivel internacional. En ese sentido pidió a Moscú contención.
Como posibles consecuencias de que siga escalando la situación, Rasmussen señaló la suspensión de acuerdos de los años 1997 y 2002. Estos pactos prevén, entre otros, que la OTAN renuncie a estacionar de forma permanente "fuerzas armadas sustanciales" en los países que fueron miembros del Pacto de Varsovia o de la Unión Soviética.
"Estamos analizando actualmente toda nuestra relación con Rusia", dijo Rasmussen. Las decisiones se tomarán en el encuentro de ministros de Defensa de la OTAN que tendrá lugar en junio, según evolucione la situación y dependiendo del comportamiento ruso.
Los sucesos actuales en el este de ucrania, conde activistas prorrusos han atacado edificios administrativos y han ocupado algunos de ello, es "muy preocupante", dijo el secretario general de la OTAN, quien exigió la retirada de las tropas rusas que están estacionadas cerca de la frontera ucraniana. Según fuentes de la OTAN hay allí entre 35,000 y 40,000 soldados rusos listos para actuar.
Por otro lado, Rasmussen subrayó que la Organización del Tratado del Atlántico Norte tiene que mejorar su capacidad de intervención, por ejemplo con maniobras. Y que tiene que ser puesta en máxima alerta la tropa de intervención rápida (Nato Response Force/NRF), que hasta ahora no ha sido utilizada nunca.
También llamó a los gobiernos a invertir más dinero en defensa. "Los europeos han recortado demasiado y durante mucho tiempo". Este es el momento de parar los recortes y revertir la actual tendencia". (DPA)