"Es desafortunado que las sanciones que han sido impuestas (a Rusia por Occidente) afecten a Grecia (...), pero no podemos hacer excepciones a ningún país de la Unión Europea", dijo el jefe del Kremlin a la prensa tras reunirse con el primer ministro griego Alexis Tsipras en la capital rusa.
Putin pidió el fin de la "guerra de sanciones" con Occidente. Moscú impuso un prohibición de importar productos agrícolas el año pasado tras las sanciones debido a su posicionamiento en el conflicto en Ucrania.
Antes, la Comisión Europea había advertido a Atenas en contra de negociar un acuerdo por separado con Moscú, argumentando que la Unión Europea debería permanecer unida y hablar con una sola voz en este asunto.
Los agricultores griegos han sufrido considerablemente la prohibición de importar de los países de la Unión Europea, ya que más del 40 por ciento de los productos agrícolas del país estaban destinados al mercado ruso.
"Nosostros nos opusimos abiertamente a las sanciones. No es una solución eficiente. Creemos que podría traer una nueva Guerra Fría entre Rusia y Occidente", señaló Tsipras.
Las sanciones "impuestas a Rusia están causando daño a la economía griega", agregó.
Se espera que Tsipras debata el embargo de forma más detallada durante el encuentro que mantendrá mañana jueves con el primer ministro ruso, Dmitri Medvedev.
Putin señaló que Grecia y Rusia emprenderán este año y el que viene un plan de acción conjunto para cooperar de forma estrecha en inversiones y en turismo.
"Rusia está preparada para optar a proyectos de infraestructura en Grecia y todo lo que pedimos es que nuestras empresas no sean vistas menos favorablemente que las empresas de otros países", dijo Putin, quien agregó que la empresa de ferrocarriles rusa está en conversaciones para modernizar el puerto de Tesalónica, en el norte de Grecia.
Aunque Putin fue algo más ambiguo en la potencial participación en el proyecto del gasoducto Turkish Stream, sí destacó que Grecia podía convertirse en un importante punto de distribución de gas en Europa.
Atenas depende ampliamente de las importaciones de energía rusas y ha señalado su interés en convertirse en un puerto de referencia para el proyecto del gasoducto, que prevé transportar gas por Turquía hasta Europa.
Si Atenas se une al nuevo gasoducto Turkish Stream, se convertirá en un "actor geopolítico", dijo Putin.
La visita de Tsipras a Rusia era vista con recelo en la Unión Europea ya que se produce en momento crítico para Grecia, que lucha contrarreloj para llegar a un acuerdo con sus acreedores internacionales a fin de cumplir con los plazos de la devolución de su deuda.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguei Lavrov, se mostró enojado por las críticas de políticos de la Unión Europea al viaje a Moscú de Tsipras. Si un miembro de la UE defiende sus intereses nacionales, de inmediato es tachado de insolidario por Bruselas, dijo.
Las relaciones son particularmente tensas entre Grecia y sus acreedores desde que Tsipras llegó al poder en enero abogando por una política contraria a las medidas de austeridad dictadas por los donantes.
Frente a las críticas, Tsipras señaló: "Algunos deberían dejar de hacer comentarios sobre cada uno de nuestros movimientos como si Grecia fuese una colonia endeudada".
Grecia seguirá intentando solucionar sus problemas dentro de Europa. "Pero como Estado soberano tiene derecho a cerrar acuerdos con países fuera de Europa. Eso contribuye a la estabilidad y creo que al entendimiento con otros países", dijo Tsipras, quien agregó que no acudió a Moscú como "pedigüeño".
A pesar de los acuerdos de Grecia con sus acreedores, los críticos con el primer ministro le reprochan su lentitud a la hora de adoptar reformas económicas que contribuyan al crecimiento económico y la competitividad.
Tras las especulaciones sobre que Tsipras podría solicitar en Rusia ayuda económica durante esta visita, el presidente ruso dijo que Grecia no lo había planteado.
"La parte griega no sacó el tema de un crédito", dijo Putin durante la rueda de prensa conjunta.
Tsipras viajó a Grecia acompañado de una delegación que incluye veteranos de la Segunda Guerra Mundial. El jefe de gobierno griego depositó una corona en la tumba al soldado desconocido junto a las murallas que rodean el Kremlin, en el centro de Moscú. (DPA)