"Se trata de una amnistía completa", dijo Putin en su discurso sobre el estado de la nación en el Kremlin. "Cuando una persona legalice su capital en Rusia, obtendrá firmes garantías legales de que no habrá preguntas de las autoridades fiscales o legales". Sin embargo, se trata de una oportunidad única, añadió.
Numerosos rusos tienen capital "offshore", en países con mejores condiciones fiscales, por ejemplo en Chipre.
"Todos sabemos que el dinero tiene distintos orígenes, pero estoy convencido de que el capítulo 'offshore' se tiene que cerrar de una vez", añadió.
Simultáneamente, Putin anunció "duras" medidas contra quienes especulen con el rublo, que lleva días cayendo en picado. La moneda pasa por un mal momento por las preocupaciones por la mala coyuntura en Rusia, las consecuencias de las sanciones aplicadas por Occidente por el conflicto en Ucrania y los precios del petróleo a la baja.
Putin presentó además un programa de inversiones. "Hasta 2018 tenemos que aumentar el nivel de inversiones a un 25 por ciento del producto interno bruto (PIB)", indicó.
A su vez, quiere reducir la tasa de inflación a medio plazo al cuatro por ciento, desde el 8.3 por ciento actual. Además, el presidente ordenó a los gobiernos regionales que apliquen controles de precios a alimentos y medicamentos.
Por otra parte, anunció un programa para reducir la "crítica dependencia del país de tecnología extranjera y bienes industriales".
El gobierno creará un centro especial de coordinación que mejorará la producción tecnológica nacional, indicó, y añadió que no se trata de un plan a corto plazo, sino que "la sustitución de importaciones es nuestra prioridad a largo plazo, más allá de las circunstancias externas".(DPA)