"Siempre es maravilloso tener a alguien que uno siente que entiende y que quiere apoyar. Aunque por supuesto siempre se burla si yo me pongo demasiado serio con las cosas. Y todo eso ayuda", señaló el heredero al trono sobre su esposa en la entrevista emitida el sábado.
La pareja llegará el martes a Estados Unidos y se reunirá con el presidente Barack Obama el jueves en la Casa Blanca.
En su primera visita al país en 2005, hubo grupos que protestaron contra Camilla con carteles que decían: "Nunca serás una Lady Di", en referencia a la primera esposa de Carlos, Diana, que murió en un accidente automovilístico tras divorciarse del príncipe.
Sin embargo, una encuesta de CNN mostró que sólo el 35 por ciento de los británicos se opone hoy a que Camilla sea reina cuando le llegue el turno a Carlos de asumir el trono, frente a un 73 por ciento que se oponía en 2005.
Carlos destacó que Camilla hizo un trabajo "brillante" en encontrar su papel dentro de la familia real al enfocarse en su trabajo para combatir la osteoporosis -una enfermedad de los huesos que según relató causó la muerte de su madre y de su abuela- y en promover la literatura.
"Nos reímos mucho. Ella ve siempre la parte divertida de la vida, gracias a dios", dijo Carlos.
El príncipe, de 66 años, recordó en la entrevista sus numerosas visitas a Estados Unidos en los últimos 50 años, entre ellas una en la que él y su hermana, la princesa Ana, fueron invitados a quedarse en la Casa Blanca cuando ocupaba la Presidencia Richard Nixon en 1970.
"Era la época en que me querían casar con Patricia Nixon", bromeó Carlos, en referencia a la hija del entonces presidente. (DPA)