Es "indescriptiblemente trágico" que esas personas se hayan visto involucradas en un "acontecimiento tan espantoso" al ingresar en un café, sostuvo.
El hecho, en el que murieron el atacante y dos de sus rehenes, muestra que también un país libre como Australia puede ser objetivo de esta violencia motivada políticamente, agregó.
Un iraní de 50 años tomó como rehenes a 17 personas en un café del centro de Sydney durante unas 16 horas, antes de que las fuerzas de seguridad asaltaran el lugar por la noche y liberaran a los rehenes. Según la policía, el hombre actuó solo.
Abbot consideró que llevará algún tiempo esclarecer todos los hechos. "Aprenderemos lecciones de ello, pero aún no sabemos muy bien qué lecciones", señaló. (DPA)