En entrevista concedida al diario El País, el político luxemburgués calificó de desastre la situación en esa comunidad autónoma y afirmó que tras las elecciones regionales del 21 de diciembre, todo debe mejorar.
Lo que exigen los tiempos no es división sino unir la ambición, el talento y la energía de los europeos. Estoy a favor de la Europa de las regiones, de respetar la identidad y la diferencia, pero eso no supone que sigamos a esos territorios en todas sus aventuras y errores, aseveró.
Asimismo, instó al cumplimiento de las leyes nacionales y manifestó que su deseo 'es que España use toda su fuerza e inteligencia para encauzar todo esto hacia un final feliz, o al menos aceptable'.
Juncker evitó emitir un juicio sobre la represión policial contra los participantes en el referendo del 1 de octubre, en Cataluña, pero expresó su rechazo a la violencia en cualquier circunstancia.
El diálogo es siempre mejor que el uso de la fuerza. Estoy a favor del primero, pero no es mi trabajo convocarlo ni mucho menos mediar. Es el Gobierno español el que debe poner en orden su casa, señaló.
Por otra parte, el líder de la CE destacó la importancia de fortalecer el bloque regional para enfrentar las consecuencias de esta situación y la eventual salida del Reino Unido.
El Brexit es la prueba de la necesidad de unidad. Cuando un país decide irse, quienes se quedan tienen que estar más juntos que antes. Si se resquebraja esa fortaleza ahora, cuando discutimos sobre el divorcio, será muy difícil mantenerla cuando negociemos la futura relación con Londres, indicó.
Juncker abogó por lograr un acuerdo con Reino Unido antes de 2018, pero no se mostró optimista al respecto.