El jefe de gobierno, quien se encontraba en la isla para supervisar la situación de emergencia creada por el arribo de miles de indocumentados tunecinos, eludió a los periodistas y retornó precipitadamente a esta capital.
Según medios locales, en la capital inmediatamente se reunió con sus abogados para preparar su estrategia de defensa jurídica, después que la juez de indagaciones preliminares del Tribunal de Milán, Cristina Di Censo, anunció que el juicio en su contra iniciará el 6 de abril.
Inmediatamente los integrantes del gobierno y del oficial Partido del Pueblo de la Libertad (PDL) salieron en defensa del jefe de gobierno.
El ministro de Justicia, Angelino Alfano, acusó a la juez Di Censo de haber pasado por encima del Parlamento, que en enero pasado rechazó la petición de la fiscalía de Milán de proceder contra Berlusconi y dijo que la competencia del caso correspondía al Tribunal de Ministros.
Alfano insistió en que Berlusconi goza del consenso de los italianos, por lo que no es previsible su dimisión.
"Se trata de un verdadero ataque a la soberanía popular y a una institución del Estado”, tronó la ministra de Educación Pública, Mariastella Gelmini.
El líder del opositor Partido Democrático, Pierluigi Bersani, solicitó la convocación a elecciones anticipadas, mientras la secretaria general de la Cgil, principal sindicato italiano, Susanna Camusso, declaró que Berlusconi debe renunciar “inmediatamente”.
Los abogados de Berlusconi deberán ahora decidir la estrategia de defensa de su cliente y según la prensa podrían solicitar un juicio con el llamado rito abreviado, que se desarrolla a puertas cerradas y prevé que, en caso de condena, la pena sea reducida en un tercio.
En tanto, medios locales señalaron que también la fiscalía de Roma podría abrir una indagación contra Berlusconi por el presunto delito de inducción a la prostitución en fiestas celebradas en el castillo de Tor Crescenza, a las afueras de la capital.
Aparentemente, según los medios, Berlusconi, incapaz de controlar su predisposición a reunirse con prostitutas, habría trasladado sus fiestas a ese castillo, luego que sus mansiones en Arcore, Cerdeña y otras zonas de Italia quedaron bajo el objetivo de los magistrados.